Sociedad
Alto en el cielo: el chalecito de la 9 De Julio por dentro
Hoy en Infoveloz queremos que dejes de “cogotear” desde el Obelisco y lo conozcas por dentro.
El chalecito más famoso de la 9 de Julio fue siempre un enigma. La pericia de historiadores, guías y periodistas le puso alas a la repetida leyenda de Rafael Díaz, el inmigrante español que en 1927 con el esfuerzo de su trabajo se hizo una casa de estilo normando en la terraza de su negocio, bien cerca del cielo. Hoy en Infoveloz queremos que dejes de “cogotear” desde el Obelisco y lo conozcas por dentro. Por eso te presentamos a quien tiene la manija del asunto (y la llave para entrar), se trata de Diego Sethson Díaz, bisnieto de don Rafael, quien asegura que el chalecito "no me pertenece porque ya es patrimonio de todos los argentinos". Subí, que te llevo.
Un encargado súper amable nos invita a subir por el ascensor de la cochera subterránea del inmueble de Sarmiento 1113 (aunque todos crean que está sobre la Av. 9 de Julio) que nos lleva directo hasta el décimo piso donde se encuentra, presumiblemente, el único chalet de Sudamérica construido en la terraza de un edificio.
La puerta se abre y ahí está Diego Sethson Díaz esperándonos con su camisa a cuadros y a punto de revelar algunos de los misterios guardados por años bajo siete llaves: ¿por qué una casa con techo de tejas ahí? ¿Este era el showroom de la mueblería Díaz? ¿Será cierto que alguien le dijo a don Rafael que por tanto trabajar merecía tener una casa en el cielo?
Y entonces aparece la sensación de no saber si encender el grabador y comenzar con el reportaje o disfrutar un ratito del privilegio de estar adentro del mismísimo chalecito con vista privilegiada al Obelisco que deslumbró a la Revista Life y que es Patrimonio Cultural de la Ciudad desde 2014.
- ¿Que te impulsó a revelar el mito? ¿Sos consciente de que los historiadores ya se habían resignado a mirar el chalecito desde abajo?
-Diego Sethson Díaz: Primero porque es patrimonio argentino y de la humanidad. No nos pertenece; no es sólo de la familia. Tampoco es un simple chalet construido arriba de un edificio. Tengo entendido que es el único de todo America. Queremos que sea un punto panorámico que sea visitado por la gente. Incluso la mayoría de los accionistas estamos evaluando propuestas de inversores.
-¿Cómo se tasa un inmueble que al margen del precio del metro cuadrado tiene valor histórico, familiar y un potencial público dispuesto a pagar una entrada para subir?
D.S.D: La realidad es que no tiene valor porque el valor sentimental no tiene precio. Pero la pandemia nos hizo mucho daño en términos económicos así que estamos ávidos de escuchar propuestas. Estamos recibiendo ofertas. La mayoría de los accionistas entendemos que es muy difícil el mantenimiento del edificio. Mientras tanto, hemos hablado con empresas porque queremos revalorizar y cuidar este patrimonio.
-¿Y estás grabando un documental?
-D.S.D: Sí. Empecé a grabar un documental porque quiero contar la historia de mi bisabuelo, una persona que vino de joven de Valencia con una mano atrás y otra adelante. Primero sobrevivió y después por su manera de trabajar tuvo muchísimo éxito que lo continuó mi abuelo Carlos.
-¿Tus abuelos lograron tener un Gath & Chaves pero de muebles?
-D.S: Sí, algo así, porque cada piso tenía un tipo de muebles, ya sea de cocina, de oficinas.
- En tiempos donde la cuestión del mérito se pone en debate, tu bisabuelo encarna la metáfora del sueño sudamericano…
-D.S.D: Buen punto. Porque mi bisabuelo no tenía para comer, ayudó a su mamá y como no tenía para pagar el alquiler, dormía en el negocio de telas en el cual trabaja. Trabajó denodadamente y ahorró hasta tener su propio negocio y luego la mueblería mas grande de Sudamerica que le vendía a los países limítrofes. En parte su éxito fue dar créditos a sola firma. Mandó a construir un teatro, hoteles, fue el que trajo una de las primeras radios privados (LKO Radio Muebles Díaz que luego se convirtiera en Rivadavia). Fue un hombre de palabra y muy respetado que daba trabajo a mucha gente. Llegó a tener 60 o 70 empleados.
-¿Es cierto que hace el chalecito para no ir y venir a Banfield donde vivía?
-D.S.D: Sí porque eran 3 horas de ida y otras tantas de vuelta en carreta. Igual yo creo que en parte fue un capricho. A él encantaba Mar del Plata y esta casa inspirada en el estilo normando de Francia es muy típica de allá.
¿Además un visionario porque ni siquiera existía el Obeslico cuando construye la casa?
--D.S.D: Totalmente
-¿Y cómo recordás a tu abuelo Carlos?
-D.S.D: Él se hace cargo de la mueblería cuando mi bisabuelo sufre un hemiplejia. Era un hombre bueno, que trataba bien a la gente. Lo recuerdo en planta baja tomando el mate cocido con leche y galletitas de agua. Su legado es un valor que está escrito en el slogan del cartel de la mueblería: Casa de Confianza.
Termina el reportaje y cae la primera gota de lluvia. Me quedo pensando si la tormenta de Santa Rosa fue piadosa al retrasar un poco o si los abuelos de Diego se habrán emocionado con su relato.
PH: Gentileza PuntoCero Producciones y Mariela Blanco
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