Alberto Fernández: "Lula me dijo que yo tenía que ganar en Argentina"
Así lo declaró en la inauguración del Grupo de Puebla. Es la segunda reunión de líderes latinoamericanos, bajo el lema “el cambio es el progresismo”.
Alberto Fernández inauguró esta mañana el segundo encuentro internacional del Grupo de Puebla, que se realiza el fin de semana en Buenos Aires. Bajo el lema "El cambio es el progresismo", unos 30 líderes latinoamericanos planean emitir un documento final el domingo al mediodía.
En las siete sesiones de trabajo está prevista la participación del ex candidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami, hombre muy cercano a Alberto Fernández, que fue uno de los principales impulsores del Grupo de Puebla.
También estarán los ex presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; de Paraguay, Fernando Lugo; de Colombia, Ernesto Samper; y de República Dominicana, Leonel Fernández. Además participarán el vicecanciller de México, Maximiliano Reyes; y el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, entre otros dirigentes de 12 países latinoamericanos.
En cambio, si bien estaba prevista la presencia del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, lo más probable es que no asista por los disturbios que sacuden el país andino. Tampoco participarán otros dirigentes invitados, que integran el Grupo de Puebla, como los ex presidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de Ecuador, Rafael Correa; ni de Uruguay, José "Pepe" Mujica.
La reunión en Argentina cobra especial interés por el momento de convulsión que viven países como Bolivia, donde no cesan los incidentes tras las denuncias de fraude en las elecciones en las que Evo Morales asegura que fue reelegido; así como en Chile, que desde hace tres semanas vive trágicas revueltas en sus calles en reclamo de mayor igualdad social. También va a tener impacto la reciente liberación del ex presidente brasileño Lula da Silva, de quien Alberto Fernández venía sosteniendo que estaba injustamente preso.
El Grupo de Puebla surgió por "la búsqueda de integrar canales de comunicación y trabajo entre dirigentes de toda América Latina con una mirada progresista", dijo Alberto Fernández el lunes pasado, en su visita a México. Y agregó: "Estamos promoviendo políticas que presten atención a los que han quedado desamparados por las políticas del presente. Está visto lo que pasa cuando uno se olvida de esos sectores. Nadie quiere que América Latina tenga experiencias como las que hoy vive Chile".
Al Grupo de Puebla lo crearon dirigentes "progresistas", para intentar contrapesar al Grupo de Lima, integrado por los gobiernos de 12 países, entre los cuales está la Argentina, que surgió en agosto de 2017 para buscar una salida a la crisis política en Venezuela, por fuera de la que propone el presidente Nicolás Maduro.
La primera reunión del Grupo de Puebla fue en esa ciudad mexicana, en julio pasado, donde emitieron una Declaración, que se puso como objetivo "analizar los desafíos comunes" y "trazar iniciativas conjuntas, en pos del desarrollo integral de nuestros pueblos".
Esa Declaración rechazó la "nueva ola de gobiernos neoliberales". Y condenó "la hegemonía comunicacional ejercida por parte de las derechas", que demoniza a "las organizaciones sociales y las políticas de transformación progresista, amplificando sus errores y abiertamente desinformando en cuanto a sus logros y avances".
La primera Declaración del Grupo de Puebla fue impulsada, entre otros, por Marco Enríquez-Ominami. Y la firmaron 26 dirigentes latinoamericanos, entre los cuales estuvieron los argentinos Felipe Solá, Jorge Taiana, Julián Domínguez y Carlos Tomada, que van a volver a participar en la nueva reunión del Grupo de Puebla, que se inició este viernes por la noche con una cena de bienvenida en Buenos Aires.
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