Alberto Abad de AFIP: "Hacemos lo mejor que se puede en un país que heredó una situación desastrosa"
El titular de la AFIP, Alberto Abad, defendió las medidas tributarias que se aplicaron en el gobierno de Mauricio Macri.
El administrador federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, consideró hoy que "la inflación, el déficit fiscal, la presión tributaria, el bajísimo nivel de formalidad y el incumplimiento tributaria condicionan el accionar de un Gobierno que tiene sólo dos meses de gestión".
En declaraciones a Radio Mitre, Abad sostuvo que las primeras medidas que tomó el gobierno del presidente Mauricio Macri fueron "pasos orientados a bajar la inflación y mejorar la productividad" y calificó como "muy ponderable que, con déficit fiscal, se esté bajando la presión tributaria".
El funcionario señaló que entre el incremento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, más la eliminación del cobro de ese tributo en los aguinaldos, más la eliminación de los derechos de exportación (retenciones) y la devolución de las percepciones por viajes y compras en dólares en el exterior, el Gobierno quitó presión tributaria por alrededor de 100 mil millones de pesos.
Además agregó que se está analizando una baja en el impuesto a "los bienes personales y la devolución de impuestos (IVA) para los sectores más necesitados".
Abad sostuvo que Macri recibió el gobierno con "un déficit fiscal gigantesco, de siete puntos del producto (bruto interno, PBI)".
También subrayó el alto grado de presión fiscal, que alcanza a "36 por ciento del PBI".
En ese sentido, recordó que en 2002, cuando él fue titular de la AFIP durante el gobierno de Eduardo Duhalde, "la presión fiscal era de 20 o 21 puntos del PBI" y que en 2004, cuando él seguía al frente del organismo recaudador durante la presidencia de Néstor Kirchner, "había superávit fiscal".
Tras señalar que "no se cumplieron con las reglas fiscales que dicen que los gastos tienen que tener relación con los ingresos", Abad comentó que hubo "un desorden macroeconómico que nos llevó a este estado de situación".
Entre los puntos de ese desorden, el funcionario mencionó también el "bajísimo nivel de formalidad de la economía y el incumplimiento" fiscal que "ha sido una especie de metástasis social", a la vez que estimó que "el trabajo en negro ronda el 33 o 34 por ciento" del total del nivel de empleo.
Para Abad, uno de los problemas que tiene el Gobierno es "cómo hace para bajar la presión tributaria si los ingresos fiscales son menores que los gastos".
En cuanto a las medidas tomadas, mencionó la baja y la quita de retenciones "para favorecer a las economías regionales, que tenían escasísima o nula competitividad, para que se puedan volver a poner de pie y puedan volver a generar trabajo y dólares para, a su vez, poder bajar la emisión y reducir la inflación", a la que consideró como "el actor principal de esta tragedia griega".
En declaraciones a Radio Mitre, Abad sostuvo que las primeras medidas que tomó el gobierno del presidente Mauricio Macri fueron "pasos orientados a bajar la inflación y mejorar la productividad" y calificó como "muy ponderable que, con déficit fiscal, se esté bajando la presión tributaria".
El funcionario señaló que entre el incremento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, más la eliminación del cobro de ese tributo en los aguinaldos, más la eliminación de los derechos de exportación (retenciones) y la devolución de las percepciones por viajes y compras en dólares en el exterior, el Gobierno quitó presión tributaria por alrededor de 100 mil millones de pesos.
Además agregó que se está analizando una baja en el impuesto a "los bienes personales y la devolución de impuestos (IVA) para los sectores más necesitados".
Abad sostuvo que Macri recibió el gobierno con "un déficit fiscal gigantesco, de siete puntos del producto (bruto interno, PBI)".
También subrayó el alto grado de presión fiscal, que alcanza a "36 por ciento del PBI".
En ese sentido, recordó que en 2002, cuando él fue titular de la AFIP durante el gobierno de Eduardo Duhalde, "la presión fiscal era de 20 o 21 puntos del PBI" y que en 2004, cuando él seguía al frente del organismo recaudador durante la presidencia de Néstor Kirchner, "había superávit fiscal".
Tras señalar que "no se cumplieron con las reglas fiscales que dicen que los gastos tienen que tener relación con los ingresos", Abad comentó que hubo "un desorden macroeconómico que nos llevó a este estado de situación".
Entre los puntos de ese desorden, el funcionario mencionó también el "bajísimo nivel de formalidad de la economía y el incumplimiento" fiscal que "ha sido una especie de metástasis social", a la vez que estimó que "el trabajo en negro ronda el 33 o 34 por ciento" del total del nivel de empleo.
Para Abad, uno de los problemas que tiene el Gobierno es "cómo hace para bajar la presión tributaria si los ingresos fiscales son menores que los gastos".
En cuanto a las medidas tomadas, mencionó la baja y la quita de retenciones "para favorecer a las economías regionales, que tenían escasísima o nula competitividad, para que se puedan volver a poner de pie y puedan volver a generar trabajo y dólares para, a su vez, poder bajar la emisión y reducir la inflación", a la que consideró como "el actor principal de esta tragedia griega".