Al menos 35 personas murieron por una estampida durante el funeral del general Qassem Soleimani
Según la TV iraní, más de un millón de personas asistieron al funeral del militar asesinado por una operación de los Estados Unidos.
Al menos 35 personas murieron y otras 48 resultaron heridas en una estampida que se produjo en medio de la procesión fúnebre del general Qassem Soleimani, asesinado el viernes pasado en un ataque aéreo ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump, según la televisión estatal iraní.
El incidente tuvo lugar en Kerman, en el sudeste de Irán, ciudad natal del poderoso militar, donde de acuerdo con los medios del país cerca de un millón de personas se reunieron para el funeral. De acuerdo con lo publicado por el diario The Guardian, hay imágenes de video que muestran a varias de las víctimas, postrados en el suelo, mientras otros les hacían reanimación cardiopulmonar.
"Desgraciadamente, algunas personas han muerto", dijo a la televisión Pir Hossein Kulivand, jefe nacional de los servicios de urgencia iraníes. Por ahora se desconocen las razones que provocaron el incidente.
La estampida se produjo en medio de la multitud congregada para la ceremonia de entierro, que ya lleva varios días y que recorrió varios puntos del país. De hecho, la masividad de hoy se equipara a la que se registró ayer en la capital, Teherán, donde estuvieron presentes el líder supremo, Ali Khamenei, y altos mandos militares.
"Estamos aquí para expresar nuestros respetos por el gran comandante de nuestra sagrada defensa", dijo uno de los manifestantes, quien afirmó haber viajado desde la ciudad de Shiraz para estar presente en el funeral.
El asesinato de Soleimani, de 62 años, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución y extremadamente popular en Irán, reavivó la alerta ante la posibilidad de un conflicto generalizado en Medio Oriente.
Como consecuencia del ataque del dron estadounidense en Bagdad, Irak, el parlamento iraquí adoptó un voto que exige la retirada total de las tropas de Estados Unidos estacionadas en territorio de ese país. Por su parte, Irán anunció que dejará de cumplir con las obligaciones que había asumido en el pacto nuclear con Occidente.
Desde el asesinato que tuvo lugar el viernes, las autoridades de Irán y Trump se intercambiaron amenazas que con los días fueron subiendo el tono y que pusieron en alerta a toda la comunidad internacional.
Hoy el líder de la Guardia Revolucionaria Iraní, Hossein Salami, prometió "prender fuego" lugares con apoyo de Estados Unidos en represalia por el ataque. Así se hacía eco de las exigencias de otros altos cargos iraníes, incluido el ayatollah Khamenei, que pidió venganza.
Salami elogió las hazañas de Soleimani y dijo que como mártir suponía una amenaza aún mayor para los enemigos de Irán. "Nos vengaremos. Prenderemos fuego los lugares que les gustan'', dijo al tiempo que se escuchaban en coro gritos de "¡Muerte a Israel!".
Según un reporte de la agencia semioficial de noticias Tasnim, Irán ya elaboró hasta 13 planes distintos para tomar represalias. El reporte citó a Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, afirmando que incluso el más suave de los planes supondría una " pesadilla histórica" para Estados Unidos.
El gobierno de Trump ordenó el ataque tras acusar a Soleimani de la muerte de soldados estadounidenses en Irak y de planear nuevos ataques.
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