Al finalizar la cumbre del G20, Ángela Merkel se dio un gusto en una parrilla de Palermo antes de volver a Alemania
La canciller alemana se retrató con los cocineros del local Don Julio, antes de despedirse entre los aplausos de los curiosos.
Después de una agitada visita a la Argentina, que incluyó problemas y demoras en el vuelo de ida, Angela Merkel no quiso dejar Buenos Aires sin darse un gusto gastronómico. La canciller alemana visitó en el atardecer de este sábado una conocida parrilla de Palermo, donde probó la tradicional carne nacional.
Minutos después de la finalización de la cumbre del G20, Merkel paseó por la ciudad. Luego de conocer algunos rincones de Recoleta, se trasladó a la parrilla Don Julio, ubicada en Gurruchaga y Guatemala. Allí, cerca de las 18, sorprendió a los comensales y a la gente que, como ella, aprovechaba la tarde del sábado para tomarse un descanso.
Los curiosos y los transeúntes que siempre recorren la zona se concentraron en la vereda para observar a una de las personalidades más importantes de la política mundial. Parte de la delegación y de los custodios esperaron en la vereda, a metros de donde se encontraban estacionados los lujosos autos de la comitiva y las motos de las fuerzas de seguridad.
@todonoticias Ángela merkel en don julio pic.twitter.com/TygOZCqm1A
— Coti ???? (@Cotiesparab) 2 de diciembre de 2018
Rápidamente, en las redes circularon fotografías de la situación. Y algunos incluso se quedaron hasta el final de la visita de Merkel, a las 21.43, para capturar el momento de su salida -entre aplausos y ovaciones-. Esos videos también se viralizaron en Twitter. Eso sí, antes de partir, se tomó una fotografía con el personal del establecimiento.
Guess who delayed my dinner at Don Julio’s this evening. #G20 #BuenosAries #Merkel pic.twitter.com/ek9I3FwvCQ
— mike peter (@mikepeter) 2 de diciembre de 2018
Así, la alemana culminó una visita algo accidentada. Es que, este jueves, el avión oficial que la transportaba a Buenos Aires debió regresar a Colonia por un desperfecto técnico. Al final, debió volar primero a Madrid, desde donde tomó un vuelo comercial hacia Ezeiza. Aterrizó el viernes en el aeropuerto Ministro Pistarini, minutos antes de las 18, y se movilizó directamente al teatro Colón.