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Al contrario que en la Argentina, es delito revender entradas en Brasil

Tal como estaba previsto, el mercado paralelo de tickets hace estragos en el país vecino. La FIFA no sabe qué hacer.

La reventa de entradas en la Argentina ya es considerada "normal", no llama la atención. ¿Por qué? Muy simple, ni siquiera es un delito. El Código Contravencional de Buenos Aires es el único que dice algo al respecto, en el artículo 91: "quien revenda entradas provocando aglomeraciones, desórdenes o incidentes, es sancionado/a con multa de trescientos ($300) a tres mil ($3000) pesos". Es decir, ni siquiera es un delito, solo es una contravención barata.

Distinto es el caso en Brasil. La FIFA hace lo imposible para evitar la reventa de entradas. "Cada vez más y más empresas, sitios Web y personas particulares ofrecen entradas a aficionados confiados por medio de reventas no autorizadas a precios exorbitantes", había dicho la entidad previo al comienzo del Mundial.

Lo cierto es que los argentinos viajan tranquilos sin entrada al país vecino, con el pensamiento que "algo se va a conseguir". Y efectivamente es así: tanto en los sitios web como en las inmediaciones del estadio hay personas suministrando entradas ilegalmente. Algunos logran entrar, aunque muchas veces detectan las irregularidades en la entrada de la cancha. Tal es la importancia que le da la FIFA a este tema, que Humberto Grondona y hasta algunos funcionarios de la entidad están sospechados de integrar redes de venta ilegal de tickets.

Lo que sucede en Brasil es que, a diferencia de la Argentina, está penado por la ley. Según el artículo 41 del Estatuto del Aficionado, es un delito "suministrar, desviar o facilitar la distribución de entradas para la venta a un precio superior al indicado en el billete de la entrada".

Además, el artículo 16 de la Ley General de la Copa Mundial de la FIFA indica: "quien venda, ofrezca, exponga a la venta, negocie, desvíe o transfiera entradas" para el certamen, o utilice los tickets "con fines publicitarios, comerciales o promocionales, como premio de concursos o apuestas, o use la disponibilidad de las entradas como publicidad para dichos fines, será objeto de sanciones civiles y penales".