"Agradezco estar vivo y poder pasar la navidad con mi hija", dijo Caire
El conductor explicó les ofreció a los ladrones la camioneta y los regalos de navidad que había comprado para su familia pero igual lo secuestraron. Cuando lo liberaron, temió que le dispararan.
"La verdad que le agradezco a Dios estar vivo hoy poder contarla y pasar la navidad con mi familia y mi hija Valentina", dijo hoy Hernán Caire, al contar la odisea que sufrió esta madrugada al ser asaltado y secuestrado por tres delincuentes cuando estaba a pocas cuadras del boliche Pinar de Rocha, en Ramos Mejía.
La víctima explicó que fue capturada alrededor de las 2.30 de la madrugada cuando se dirigía en su camioneta Toyota Hilux al boliche Pinar de Rocha de Ramos Mejía, donde habitualmente trabaja los lunes por la noche.
Allí fue interceptado por una banda de delincuentes que le cortó el paso y él bajó de la camioneta y se las ofreció a los asaltantes, pero lo reconocieron y lo subieron al rodado.
"Estaba siempre con la cabeza fría. Cuando me interceptan la camioneta atino a pararla, bajarme y decirle 'toma la llave'", contó Caire al canal TN.
Incluso, el conductor del ambiente bailantero les dijo: "Ahí tengo los regalos de navidad que compré para mi familia. Llévense todo pero lo único que quiero es pasar la navidad con mi hija".
Caire dijo que los ladrones "en ningún momento" lo "golpearon o maltrataron" y que de todas formas él "obedecía en todo" cuando le dijeron "subí atrás, mirá al piso y no levantes la cabeza".
Contó que uno de los delincuentes lo tranquilizaron varias veces al decirle: "Quedate tranquilo yo sé lo que es tener un hijo. Yo te doy mi palabra, te vamos a largar", y como él lloraba "por los nervios", le decían: "No llores más Hernán".
"Para mí estuve secuestrado seis horas, pero no creo que haya sido más de media hora", dijo.
Los mismos asaltantes le dijeron que lo iban a llevar a un lugar donde había una remisería y lo liberaron en la zona del complejo habitacional Fuerte Apache, en Ciudadela, partido de Tres de Febrero, aunque él se bajó sin saber dónde estaba y con temor a que le disparen.
"Esos 20 metros a la esquina te corre un sudor frío por el cuerpo. No sabés si vas a vivir o te van a tirar por la espalda", aseguró.
Finalmente un joven le ofreció ayuda en una estación de servicio desde donde lo llevó hasta una comisaría Pilar donde radicó la denuncia.