Afirman que el financista Hugo Díaz está con vida, "por ahora, sólo por ahora"
El hombre escapó con una ganancia que no le corresponde y ahora es buscado intensamente por barrabravas.
Como relataba un viejo amigo, Marcelo Araujo: "Los partidos van cero a cero; por ahora, sólo por ahora.
El caso es que Hugo Díaz se quedó con una ganancia, producto de una transferencia de un jugador de fútbol. Se trató de una de esos manejos que se realizan para escaparle a la AFIP, en los cuales los beneficiados se van pasando el dinero de cuanta en cuenta hasta que se pierde su rastro.
En esos casos, cada uno de los financistas se lleva una comisión por ese trabajo. Pero Díaz no transfirió lo que tenía que transferir y ahora quienes los están buscando para saldar cuentas no son otros que barrabravas y no sólo de Boca, sino de distintos clubes.
Lo que se sabe es que un club puso una recompensa para aquellos que den con su paradero y así el caso dejó de ser exclusivo de una única institución. Para escapar de esta persecución que podría resultar mortal para el ladrón, el mismísimo Díaz tiene pensado ensuciar a uno de los hombres intachables del fútbol argentino. Mencionar a esta persona sería entrar en su juego.
Hugo Díaz, a quien nadie secuestró ni asesinó, cree que tiene la vida salvada por su estrategia. Pero lo cierto es que ya recibió mensajes intimidatorios para que devuelva el dinero. Esa es la cuestión central.
En el ambiente nocturno, especialmente en los "boliches de alta gama" o VIP, aquellos sitios de "caballos lentos y mujeres rápidas", Díaz es ampliamente reconocido por su costumbre de no pagar jamás las mesas en las que se sienta a consumir distintas sustancias y por su negativa constante a abonar los servicios de las señoritas que se lleva a su casa.
Por estas cuestiones, podría afirmarse que Díaz tiene más enemigos que el propio millón de amigos con el que soñaba Roberto Carlos.
Su única posibilidad de salvarse es devolver el dinero que no le pertenece. Así y todo, el hombre dejó una cuenta pendiente en el bajo mundo del fútbol, que algún día le van a tener que cobrar.