Afirman haber encontrado el punto G
Lo señaló un ginecólogo de Estados Unidos tras diseccionar el cadáver de una anciana. Las críticas de especialistas.
Un ginecólogo estadounidense afirmó haber encontrado el punto G, un supuesto centro de extremo placer femenino ubicado en la pared interior frontal de la vagina, cuya existencia es objeto de controversia desde hace décadas.
El médico Adam Ostrzenski, del Instituto de Ginecología de St. Petersburg, Florida, dijo haber confirmado la existencia del punto G tras realizar una disección de la pared interior de la vagina del cadáver de una mujer de 83 años, indicó un estudio publicado en la revistaJournal of Sexual Medicine.
El punto G identificado se presenta como una pequeña cavidad bien definida en la parte posterior de la membrana perineal, a 16,5 milímetros de la parte superior del orificio de uretra, creando un ángulo de 35 grados con la parte lateral de la uretra, de acuerdo con Ostrzenski, autor principal del estudio.
Formado por tres regiones distintas, el punto G en el cadáver analizado medía 8,1 mm de largo y tenía un ancho variable entre 3,6 mm y 1,5 mm y una altura de 0,4 mm. Una vez extraído del cadáver, el punto G y todos los tejidos adyacentes variaron entre 8,1 a 33 mm, indicó el estudio.
"Este estudio confirma la existencia anatómica del punto G, lo cual puede conducir a una mejor comprensión y mejora de la función sexual femenina", dijo Ostrzenski a la agencia AFP. El editor en jefe de la revista, Irwin Goldstein, destacó el hallazgo por contribuir al conocimiento de la anatomía sexual de la mujer y su fisiología.
El punto G, llamado así por el ginecólogo alemán Ernst Graefenberg, el primero en mencionar su existencia en 1950, es un lugar muy sensible en la vagina que, estimulado, concede a la mujer gran excitación y un potente orgasmo. Sin embargo, la existencia del punto G ha sido empañada por quienes afirman que es subjetivo, y algunos expertos sostienen incluso que no existe.
Los críticos cuestionaron también los hallazgos más recientes y destacaron que el punto G sólo parece excitar a algunas mujeres y que su importancia puede ser exagerada por los vendedores de productos sexuales.
En 2008, un estudio realizado por un investigador italiano a un grupo de mujeres concluyó que "la característica anatómica existe", pero "sólo algunas mujeres la tienen". Los críticos replicaron que no estaba claro si el supuesto punto G es una estructura nueva o, simplemente, una extensión del clítoris.
El médico Adam Ostrzenski, del Instituto de Ginecología de St. Petersburg, Florida, dijo haber confirmado la existencia del punto G tras realizar una disección de la pared interior de la vagina del cadáver de una mujer de 83 años, indicó un estudio publicado en la revistaJournal of Sexual Medicine.
El punto G identificado se presenta como una pequeña cavidad bien definida en la parte posterior de la membrana perineal, a 16,5 milímetros de la parte superior del orificio de uretra, creando un ángulo de 35 grados con la parte lateral de la uretra, de acuerdo con Ostrzenski, autor principal del estudio.
Formado por tres regiones distintas, el punto G en el cadáver analizado medía 8,1 mm de largo y tenía un ancho variable entre 3,6 mm y 1,5 mm y una altura de 0,4 mm. Una vez extraído del cadáver, el punto G y todos los tejidos adyacentes variaron entre 8,1 a 33 mm, indicó el estudio.
"Este estudio confirma la existencia anatómica del punto G, lo cual puede conducir a una mejor comprensión y mejora de la función sexual femenina", dijo Ostrzenski a la agencia AFP. El editor en jefe de la revista, Irwin Goldstein, destacó el hallazgo por contribuir al conocimiento de la anatomía sexual de la mujer y su fisiología.
El punto G, llamado así por el ginecólogo alemán Ernst Graefenberg, el primero en mencionar su existencia en 1950, es un lugar muy sensible en la vagina que, estimulado, concede a la mujer gran excitación y un potente orgasmo. Sin embargo, la existencia del punto G ha sido empañada por quienes afirman que es subjetivo, y algunos expertos sostienen incluso que no existe.
Los críticos cuestionaron también los hallazgos más recientes y destacaron que el punto G sólo parece excitar a algunas mujeres y que su importancia puede ser exagerada por los vendedores de productos sexuales.
En 2008, un estudio realizado por un investigador italiano a un grupo de mujeres concluyó que "la característica anatómica existe", pero "sólo algunas mujeres la tienen". Los críticos replicaron que no estaba claro si el supuesto punto G es una estructura nueva o, simplemente, una extensión del clítoris.