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Advierten sobre un posible tsunami en un lugar turístico de la Patagonia

Expertos del Conicet aseguran que el bosque sumergido se está desplazando hacia el fondo del lago Traful. Y que sus consecuencias podrían ser devastadoras.

El 22 de mayo de 1960 un terremoto sacudió a Chile y el movimiento llegó hasta la zona de Bariloche, generando un terrible lagomoto en el Nahuel Huapi. Una ola gigante se llevaba el muelle del puerto San Carlos, marcando un suceso tan espectacular como trágico, que se cobró la vida de dos personas en Bariloche y miles en Chile. Ahora, investigadores del Conicet advierten que podría suceder un tsunami en el lago Traful. 

Ese tsunami lacustre constituye el primer ejemplo de tsunami en lagos continentales en Argentina. La batimetría de detalle obtenida con un sonar batimétrico por medición de fase (SBMF) y dos perfiles sísmicos de alta resolución junto con tres testigos sedimentarios cortos del lago permitieron vincular al tsunami con el gran movimiento sísmico conocido como el terremoto de Valdivia, el sismo más fuerte registrado instrumentalmente a escala global (Mw 9,5). El impacto de las ondas sísmicas provocó la movilización de grandes volúmenes de sedimentos lacustres del sustrato, especialmente por debajo de los 70-80 m de profundidad de agua.

Hoy eso se estudia para poder predecir futuros eventos parecidos. Un grupo de geólogos del Conicet publicó un estudio en la revista especializada Journal South American Earth Sciences, alertando del peligro que existe en el lago Traful de que se produzca un tsunami con consecuencias catastróficas.

Los investigadores del Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) revelaron que el bosque sumergido, uno de los principales atractivos turísticos de Villa Traful, en Neuquén, pertenece a un segmento de pared montañosa que se desplaza hacia el fondo del lago hace 80 años. Los geólogos responsables del estudio sostienen que podría producirse un desmoronamiento de esa pared con alto riesgo de que se produzca un desplazamiento de agua que afecte a la villa cordillerana.

“El bosque sumergido es parte de un deslizamiento amplio del borde de la ladera del cerro, que está hundiéndose en el lago en forma acelerada, según el monitoreo que hemos realizado a lo largo de los últimos ocho años”, afirma Andrés Folguera, investigador en el Departamento de Ciencias Geológicas de Exactas UBA.

Folguera explica que en el caso de que se desmorone, el bloque podría producir un tsunami cuando choque contra el lago. Y alertó que los tsunami lacustres son mucho peores que los oceánicos porque causan olas mucho más grandes debido a su profundidad. "En ese caso las olas podrían ser de decenas de metros", agrega el geólogo.

El hecho es que el lago tiene una profundidad de 300 metros en algunos lugares. Entonces, un bloque de ese tamaño, que tiene un kilómetro de largo por dos de ancho, al precipitarse rápidamente hacia el agua podría generar un tsunami lo suficientemente grande y poderoso para arrasar por completo la población de Traful que se encuentra a la orilla del lago, justo enfrente del bosque hundido.

Folguera descubrió esto hace varios años, cuando visitó la zona y realizó el paseo turístico por el bosque hundido en el lago. En esos viajes, el investigador realizó observaciones y, a partir de conversaciones con los pobladores, pudo identificar los cambios producidos en los últimos años.

Luego de varios años de estudio pudieron determinar que en un período de 22 años, los árboles se hundieron unos ocho metros. Hay árboles que medían 15 y están totalmente debajo del agua. "Un desplazamiento de este tipo en tan poco tiempo es un montón en tiempos geográficos", advierte.

El especialista asegura que los tsunamis lacustres son muy comunes. Que en Noruega ocurrieron varios bastante destructivos, como el de 1905: una avalancha provocó un tsunami que sepultó la ciudad de Geiranger. Luego, en 1934 un deslizamiento de dos millones de metros cúbicos de roca generó un tsunami en el fiordo de Tafjord, matando 47 personas. Estos hechos aún son considerados como unos de los mayores desastres naturales de Noruega.

Los lagos del sur fueron esculpidos por los glaciares hace miles de años. En particular, el Traful se ubica en un valle de fractura, que es una zona de debilidad, susceptible a que se produzca una desestabilización.

El geólogo asegura que hay que monitorear la zona como se hace en Noruega y medir el desplazamiento de ese bloque para poder controlar la situación y poder evacuar Villa Traful a tiempo, en el caso de que ocurra un desprendimiento repentino.

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