Admiradores del Chavo y del Chapulín celebran encuentro en Río de Janeiro
Unos 500 admiradores de los personajes creados por el actor mexicano Roberto Gómez Bolaños se reunieron en Río de Janeiro, en un encuentro llamado "Convención Joven Aún", en referencia al nombre de una de las canciones de los programas de Chespirito.
En el encuentro, celebrado en una universidad, los admiradores de El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado debatieron sobre los programas televisivos, que dejaron de producirse en 1995 pero siguen exhibiéndose en muchos países, incluso en Brasil, donde su éxito se mantiene vigente desde hace 26 años.
Los aficionados también degustaron el famoso bocadillo de jamón, el preferido del Chavo, participaron en diversas actividades y juegos y vieron varios episodios de las series, además de conversar con los actores que hacen el doblaje de los personajes al portugués.
"Nosotros adoramos la obra de Chespirito y queremos llevarla a todos los públicos, niños, jóvenes, ancianos. El culto a la obra de Chespirito es muy grande, no sólo en Brasil sino en toda Latinoamérica", dijo el presidente del club "Chespirito-Brasil", Eduardo Gouvea, que organizó la convención.
Algunos también decidieron expresar su admiración usando disfraces. Así, fue posible encontrar una doble de La Chilindrina, un fan de Quico, o un Don Ramón demasiado joven, y a muchos admiradores con la tradicional camiseta roja con un corazón amarillo en el pecho y las letras "CH", símbolo del Chapulín.
"La Chilindrina es mi personaje favorito, incluso dicen que me parezco a ella", dijo la estudiante Vanessa da Silveira Viana, de 22 años, que estaba vestida igual que la niña interpretada por María Antonieta de Las Nieves.
La vecindad del Chavo también influyó en jóvenes actores brasileños, como Felipe Michael, que iba vestido como Quico.
"Hace poco estuve con Carlos Villagrán (el actor que interpretaba a Quico) y tuve la oportunidad de darle las gracias porque, si hoy soy un actor, es debido a él", dijo.
En la televisión brasileña, El Chavo se estrenó en 1984, como parte de un programa infantil, y El Chapulín llegó tres años después.
Hace unos años los canales retiraron de su programación las series creadas por Chespirito, pero las protestas de los seguidores del actor mexicano los obligaron a exhibirlos de nuevo y siguen en el aire hasta hoy.