¡Adiós sorbetes! en pos de un mundo más limpio
Por Yamila El Hasi. La sociedad está cambiando y tras seis meses de "adaptación" el 21 de noviembre le decimos adiós a los sorbetes. ¿Cómo reemplazarlos? ¿Por qué la medida es tan importante?
Desde el 21 de mayo pasado solo se le entregan bombillas plásticas para el consumo de bebidas a quienes las solicitan. Esta medida rige en hoteles, restaurantes, kioscos y locales comerciales de la Ciudad de Buenos Aires. La resolución del Ministerio de Ambiente y Espacio Público no termina aquí: a partir del 21 de noviembre el adiós es definitivo.
Marcelo Corti es director Ejecutivo de Desarrollo Sustentable de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y explica los detalles de esta medida: "En noviembre finalmente despedimos a las 'pajitas' para siempre. Después de seis meses de esperar su exclusión total de nuestro circuito gastronómico, a partir del 21 no se permitirá la utilización, entrega y expendio de sorbetes plásticos de un solo uso. En este sentido, lo importante es que empezamos a cambiar nuestras conductas en pos de un ambiente más sano".
Corti reconoce: "Nuestros jóvenes lo entienden perfectamente, no están dispuestos a hipotecar su futuro a cambio de los plásticos de un solo uso, por eso dejaron hace tiempo esa costumbre de usar 'pajitas'. A los más grande nos puede costar un poco más".
Si bien esta medida solo se aplica en la Ciudad de Buenos Aires, Hernán asegura que "lo más destacable de esta situación es iniciar el camino de dejar de usar esos plásticos que tardan entre 200 y 500 años en degradarse por un rato de satisfacción efímera e inútil, ya que si lo pensamos no tienen un gran aporte a nuestro bienestar".
Y afirma que "esto nos debe preparar para lo que viene en una nuestra convivencia con el planeta, nada de bolsas plásticas, llevar el 'tupper' al chino (si compramos por peso), usar papel para levantar la caca del perro y muchas otros aportes que podemos hacer".
Respecto al tema, InfoVeloz conversó con Luciano Berardi, bartender profesional y dueño de "Big Jack", servicio premium de barras móviles para eventos.
Luciano, ¿considerás importante que dejen de usarse sorbetes en el circuito gastronómico? ¿Por qué?
En parte sí. No quiere decir que esté en contra del uso de sorbetes, pero me parece importante, porque se produjo un uso progresivo desde la década del '90 en adelante con todo el crecimiento de los locales de comidas rápidas. Para conseguir rapidez y agilidad en el despacho de alimentos y bebidas, la cantidad de basura que se fue generando es inmensa. La medida la veo positiva para ir achicando un poco el margen de contaminación, el plástico tarda muchísimo más tiempo en degradarse que otro tipo de material y eso complica mucho la naturaleza.
Aunque él cree que no es suficiente: “Tendríamos que ponernos firmes con todo: hay vasos de plástico y con eso no te toma ninguna medida, hay diferentes tipos de envoltorios de papel que generan una gran cantidad de deforestación y que también contribuyen a la degradación del ambiente. Hay varios factores que deberían ajustarse como para hacer una normativa a la par de lo que se está haciendo con los sorbetes”.
Respecto de la cantidad de sorbetes que se utilizan, Luciano detalla que "en una noche promedio, dependiendo del tipo y duración del evento, la cantidad de invitados y los cócteles que se sirvan durante el servicio de barra, se utilizan cantidades increíbles de sorbetes. Calculando dos o tres copas por persona promedio por noche, un evento con 50 personas, son entre 100 y 150 sorbetes por noche que se descartan. En un restaurante de 200 cubiertos, se pueden usar entre 60 y 70 sorbetes por noche. Ahora, si hablamos de un boliche bailable chico (700/800 personas), el número asusta: más de 2000 sorbetes por noche". A esos números hay que multiplicarlos por la cantidad de eventos y discos que hay en la Ciudad.
La idea de la medida lo entusiasma, ya que busca concientizar, educar. Enseñar a beber sin sorbetes en pos de un mundo más limpio y menos contaminado.
Para finalizar, Berardi explica cómo reemplazar esas bombillas plásticas: "Pueden suplantarse por bombillas metálicas reutilizables (como las del mate) y por sorbetes de papel descartables o de bambú que generan menos contaminación que el plástico".
Y Marcelo Corti cierra: "¿De quién aprendemos? De nuestro jóvenes. Ellos ya lo entendieron. Sería muy triste pasar a la historia como la generación que no entendió nada".
Los sorbetes en números:
1 minuto para fabricarlo
30 minutos de uso
200 años para descomponerse
500.000.000 se usan por día en el mundo
1000 muertes de especies marinas al año
Dejá tu comentario