Acerca del voto "hegemónico"
*Por Osvaldo Pepe. Hugo Moyano sumó ayer su voz a las de algunos miembros del Gobierno y adjudicó la condición de "derrotados" en las primarias a los medios no afines al pensamiento oficial.
Sólo una noche, la del arrollador triunfo de Cristina, le había durado al kirchnerismo la promesa de avanzar hacia un estilo menos confrontativo . Al otro día, como Moyano ahora, su aparato de propaganda y hostigamiento ya funcionaba a pleno a través del funcionariado más obsecuente y de sus mastines mediáticos.
Esto es, Aníbal Fernández y Gabriel Mariotto, por un lado. Y por otro, alineados acríticamente, los medios electrónicos y gráficos, todos de escasa penetración en el mercado y de restringida credibilidad , salvo entre la militancia más cerrada, financiados, además, con dineros públicos. Desde el poder y desde la red oficial de medios, quisieron presentar ante la sociedad que el triunfo de la Presidenta fue a la vez un castigo a los medios en las urnas.
Atrasan 16 años . Menem ya lo había dicho en 1995, brindando en cámaras con champán, junto a Cavallo y a Bernardo Neustadt. El poder siempre seduce a algunos periodistas.
A otros les paga sueldos siderales para tenerlos de su lado.
En tanto, insisten con su fetiche preferido, que consiste en tildar de "medios hegemónicos" a los que no comulgan en el altar de la Casa Rosada. ¿Qué quieren decir con "hegemónicos"? ¿Que son los más vistos, leídos y escuchados ? ¿O que son los más influyentes? Es un menosprecio al ciudadano pensante y autónomo suponer que un diario, una radio o un noticiero de TV manipulan su voluntad y su voto.
El ministro Randazzo lo hizo cuando descalificó el aluvional sufragio porteño hacia Macri y lo adjudicó a la prédica de esos medios. Como si el votante fuese un analbafeto político. ¿Qué dirá ahora ante la avalancha de votos por Cristina, que no se discute en su rotunda legitimidad ?
El kirchnerismo duro jamás podrá entender la función crítica de la prensa en la sociedad. Y menos comprenderá que miles y miles de los votantes de la Presidenta cada mañana acaso desayunen leyendo Clarín . La única hegemonía es la del voto y son los ciudadanos quienes deciden qué hacen con él, lean lo que lean.