“Acá no hay nada, ¿a dónde me mandaste?”: la frase que desató la masacre en la toma de rehenes en Rafael Calzada
Los asaltantes no encontraron el supuesto botín y el delincuente que estaba más alterado comenzó a discutir con los otros y los empezó a agredir.
Un hombre fue detenido ayer por la tarde en un vivero de la localidad bonaerense de Rafael Calzada luego de ingresar a robar, mantener cautivos a varios rehenes y matar a dos personas.
El hecho comenzó a las 11, en un local situado en la calle General José Arias y Arturo Humberto Illia de la mencionada localidad del partido de Almirante Brown, en el sur del conurbano.
Según reconstruyeron los voceros, tres ladrones, uno de ellos bajo los efectos de algún tipo de narcótico, ingresaron a robar al comercio porque -al parecer- otro cómplice que trabajaba allí les había pasado el dato de que en el lugar había una importante suma de dinero.
Sin embargo, al comenzar a revisar, los asaltantes no encontraron el botín y el delincuente que estaba más alterado comenzó a discutir con los otros, los empezó a agredir y dos de ellos se fueron del lugar.
Poco después, llegó la Policía, por lo que el ladrón se atrincheró en el vivero con el supuesto "entregador", con el dueño del vivero, de alrededor de 80 años, y con la esposa de éste, de 79, que al parecer había logrado avisarle a su hija que habían entrado a robar.
Entonces, se dio intervención al Grupo Halcón de la Policía Bonaerense y un negociador comenzó a hablar con el delincuente para convencerlo de que se entregara.
Mientras tanto, el ladrón le reprochaba a gritos al presunto "entregador": "Acá no hay nada!, ¿Adónde me mandaste hijo de puta?".
Después de hablarle varias veces, el negociador logró que el ladrón liberara a la mujer, quien presentaba una crisis de nervios y fue trasladada al hospital Lucio Meléndez. Cuando iban cerca de tres horas de iniciado el hecho, se escucharon varios disparos, por lo que los efectivos del Grupo Halcón ingresaron en el lugar, detuvieron al delincuente y hallaron dos cuerpos.
Según los voceros y por los dichos del ladrón, uno pertenece al "entregador" que le dio mal el dato de que allí había dinero, en tanto que esta tarde se trataba de identificar quién era la otra víctima.
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