A un mes de su desaparición, nada se sabe de Mariela Bortot
Se cumplen 30 días de la desaparición de la mujer que salió a caminar por las calles de Inriville y nunca más la vieron. Una ojota y un detenido, las claves.
Hace un mes Mariela Bortot salía a caminar por sus conocidas calles de inriville, el pueblo donde vive en Córdoba. Hace un mes su rastro se perdió y todas las búsquedas y pedidos no dieron resultados positivos.
Mariela es madre de dos hijas, está separada y trabaja en una estación de servicio local. Salió a hacer el recorrido que conocía y hacía a diario. Pero esta vez algo cambió, sencillamente no volvió a su casa.
Pocos días después de la desaparición, encontraron una ojota enganchada en una rama en el cauce del río. Las hijas de Mariela la reconocieron como el calzado que usaba su mamá el día que desapareció.
Después de varios días de búsqueda y rastrillajes, sin resultados positivos, la policía detuvo a un hombre acusado de ser sospechoso de la desaparición. Se trata de Jorge Orellano, un expolicía que trabaja como custodio de los campos sojeros del intendente de Inriville.
Según la investigación, el hombre tenía intenciones románticas con Bortot y esas intenciones quedaron demostradas en mensajes de texto que el hombre le enviaba a la mujer. Además, las cámaras de seguridad de una estación de servicio cercana al lugar donde trabajaba Bortot lo muestran en actitud que para el fiscal es sospechosa.
También secuestraron el auto de Orellano. En ese auto, un Peugeot 206, identificaron manchas que podrían ser de sangre y además encontraron algunos cabellos de color rubio. Ahora, restan las pericias de ADN. También encontraron un profiláctico usado, sobre el cual también se harán pericias.
Pasan los días, crece la angustia pero no disminuye la búsqueda. Tanto las hijas de Mariela como el personal a cargo de la investigación la buscan con vida. Están convencidos que la mujer fue secuestrada y está cautiva.
El fiscal espera pericias para que Orellano vuelva a declarar por "privación ilegítima de la libertad agravada". Mientras tanto, las hijas de Mariela y la comunidad de Inriville espera, y necesita, saber qué pasó con Bortot.