A partir de este sábado el subte vuelve a aumentar y seguirá subiendo hasta febrero
Los incrementos arrancaron en noviembre y representarán 120% en menos de un año.
Desde este sábado, la tarifa del subte pasa a costar $ 14,50. Los aumentos se vienen dando de manera mensual, de un peso en un peso, desde noviembre. Para febrero llegará a costar $ 16,50, una tarifa que la Ciudad considera necesaria para compensar la inflación y reducir el precio de los subsidios.
Más allá del peso en concreto, lo que impresiona son los porcentajes. Porque solo entre agosto y diciembre, el boleto ya es un 93% más caro. Y cuando se complete el panorama representará un 120% en menos de un año.
En agosto ya había aumentado un 67 %, porque el boleto pasó de valer $ 7,50 a $ 12,50. Este salto se dio tras varios meses de haber estado trabado por un recurso de amparo judicial. En ese momento la Justicia porteña revocó una cautelar que lo frenaba desde mayo. La medida fue tomada por la jueza Patricia López Vergara, a raíz de un amparo presentado por los legisladores de izquierda Patricio del Corro y Myriam Bregman y el metro-delegado Claudio Dellecarbonara.
El cuestionamiento de fondo era la legitimidad de la tarifa técnica fijada por Subterráneos de Buenos Aires (Sbase, la empresa porteña que administra y construye la renovación y ampliación de la red) en $18. Esa cifra, que es la que se cobraría sin subsidio, surge de dividir los costos de explotación del servicio, que según Sbase son de $ 5.634,10 millones por año, por los 312,4 millones de pasajeros que pagan boleto.
Por supuesto, se mantendrá el esquema de descuentos para viajeros frecuentes, con quitas de 20%, 30% y 40% en el costo del pasaje según la cantidad de viajes mensuales. Además se aplicarán las otras rebajas por combinar medios de transporte, en el marco de la Red SUBE. También se sostendrán las tarifas sociales para docentes, jubilados, discapacitados y otros.
Para compensar las críticas -porque lo cierto es que el servicio no mejora y los usuarios viajan cada vez más apiñados- se anunciaron algunas obras importantes, no solo a nivel del confort, sino también en relación a la seguridad. Es el "nodo Obelisco". Cualquier pasajero que haya pasado por ese sitio, en el que convergen las líneas B, C y D, sabe que se trata de una aventura.
En horas picos es incluso, imposible caminar y muchas personas quedan "atoradas" en los andenes, porque justamente este es uno de los problemas principales que tiene el nodo; el andén es a su vez pasillo de conexión entre las líneas. En estos días comenzó una obra que debería estar finalizada para mediados de 2019. Con el objetivo de mejorar la circulación y la accesibilidad, además de una posible evacuación, se construirán nuevos túneles, accesos, escaleras y ascensores; y se ampliarán los andenes existentes. Por esta zona circulan 310.000 pasajeros diarios.