A once años del crimen de María Marta Belsunce harán un perfil del asesino
Hoy se recuerda un nuevo aniversario del misterioso asesinato. Apurarán la causa con nuevos identikits para que no prescriba en 2014.
A once años del crimen de María Marta García Belsunce, y cuando sólo falta uno para que prescriba la causa, los fiscales que continúan investigando el asesinato del country Carmel en búsqueda de posibles coautores enviarán el expediente a un grupo de perfiladores criminales para intentar identificar al asesino.
Pese a que la causa ya tiene al viudo Carlos Carrascosa condenado a prisión perpetua como uno de los autores del asesinato y a tres familiares, un vecino y un médico como encubridores, la fiscalía a cargo de la causa sigue investigando la participación de más personas en el asesinato de la socióloga por orden de un fallo de 2009 de la Cámara de Casación bonaerense.
Fuentes judiciales informaron que la idea de los fiscales Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar, es enviar parte de los 38 cuerpos (7.600 fojas) del expediente García Belsunce a un grupo de cinco psicólogos expertos en trazar perfiles criminales.
Se trata de la Sección Criminología y Ciencias del Comportamiento de la Regional Atlántica de la Policía Científica bonaerense, con asiento en la ciudad de Mar del Plata.
El trabajo de estos perfiladores consistirá en revisar las principales declaraciones testimoniales de la causa, hacer un estudio biográfico de la víctima y de su círculo íntimo y analizar la mecánica y la escena del crimen.
"Con todos esos elementos, los perfiladores trazarán una o varias hipótesis en las que pueden surgir el móvil del crimen y el perfil de el o los autores del asesinato", explicó a uno de los investigadores de la causa.
Estos mismos fiscales son los que aún tienen pendiente llamar a declaración indagatoria a Irene Hurtig, la media hermana de María Marta, a quien ellos en 2011 le pidieron la detención como partícipe del crimen, algo que fue rechazado, por falta de pruebas, por el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa.
A los fiscales les queda un año para seguir colectando prueba y tomar esta indagatoria, ya que el 27 de octubre de 2014, cuando se cumplan 12 años del asesinato, la causa quedará prescripta.
En el expediente hubo un cambio de particular damnificado ya que el pasado 13 de junio falleció, a los 88 años, la madre de María Marta, Luz María Blanca Galup Lanús de Hurtig, y su lugar fue ocupado por la única hermana de la víctima que nunca estuvo imputada en la causa, María Laura García Belsunce.
El viudo Carrascosa espera por estos días que la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías o el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro que lo juzgó en 2007, dispongan su prisión
domiciliaria o morigere su prisión preventiva, ante su delicado estado de salud.
El ex corredor de bolsa, de 68 años, padece graves problemas de presión y fallas en el sistema vascular que motivaron varios traslados urgentes desde el penal de Campana donde cumple su pena de prisión perpetua a centros asistenciales.
Su condena a perpetua está ahora apelada ante la Corte Suprema de la Nación -la última instancia que le queda en la Justicia argentina-, mientras que su abogado, Fernando Díaz Cantón, presentó en 2010 una demanda contra el Estado argentino ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la que reclama su libertad, dice que es inocente y pide un resarcimiento económico.
En tanto, los cinco condenados por encubrimiento agravado en 2011 esperan que la Cámara de Casación bonaerense resuelva las apelaciones a sus condenas.
En ese segundo juicio, el TOC 1 de San Isidro aplicó la pena de cinco años de prisión para el cuñado de María Marta, Guillermo Bártoli (51); cuatro años para el hermano Horacio García Belsunce (h) (64); tres años y medio para el hermanastro John Hurtig (48); y tres años para el vecino Sergio Binello (60) y para el médico Juan Ramón Gauvry Gordon (45).
Aún está pendiente un tercer juicio para Constantino "Dino" Hurtig (75), padrastro de María Marta, y quien debía ser juzgado en 2011 junto a los otros familiares por encubrimiento, pero su estado
de salud -con problemas psíquicos y cardiológicos-, tienen suspendido el debate ante el TOC 3 de San Isidro.
María Marta García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar, con medio cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido instaló desde el momento del hallazgo la hipótesis de que había sufrido un "accidente en la bañera" y se había golpeado con las canillas.
Sin embargo, una autopsia practicada recién a 36 días del hecho comprobó que la mujer había sido asesinada de seis balazos en la cabeza y el viudo se convirtió en el principal sospechoso para el fiscal de la causa, Diego Molina Pico.
Los familiares quedaron bajo la lupa del encubrimiento por haber cometido una serie de acciones como haber tirado al inodoro la famosa "bala-pituto", pedir que la policía no concurra a la casa y gestionar un certificado de defunción "trucho".
El viudo y toda la familia sostienen la teoría de que en realidad María Marta fue asesinada por ladrones que ella descubrió robando dentro de su casa y que podrían estar relacionados con los
vigiladores y el vecino Nicolás Pachelo, a quien siempre señalaron como sospechoso.
Fuente: Télam
Pese a que la causa ya tiene al viudo Carlos Carrascosa condenado a prisión perpetua como uno de los autores del asesinato y a tres familiares, un vecino y un médico como encubridores, la fiscalía a cargo de la causa sigue investigando la participación de más personas en el asesinato de la socióloga por orden de un fallo de 2009 de la Cámara de Casación bonaerense.
Fuentes judiciales informaron que la idea de los fiscales Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar, es enviar parte de los 38 cuerpos (7.600 fojas) del expediente García Belsunce a un grupo de cinco psicólogos expertos en trazar perfiles criminales.
Se trata de la Sección Criminología y Ciencias del Comportamiento de la Regional Atlántica de la Policía Científica bonaerense, con asiento en la ciudad de Mar del Plata.
El trabajo de estos perfiladores consistirá en revisar las principales declaraciones testimoniales de la causa, hacer un estudio biográfico de la víctima y de su círculo íntimo y analizar la mecánica y la escena del crimen.
"Con todos esos elementos, los perfiladores trazarán una o varias hipótesis en las que pueden surgir el móvil del crimen y el perfil de el o los autores del asesinato", explicó a uno de los investigadores de la causa.
Estos mismos fiscales son los que aún tienen pendiente llamar a declaración indagatoria a Irene Hurtig, la media hermana de María Marta, a quien ellos en 2011 le pidieron la detención como partícipe del crimen, algo que fue rechazado, por falta de pruebas, por el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa.
A los fiscales les queda un año para seguir colectando prueba y tomar esta indagatoria, ya que el 27 de octubre de 2014, cuando se cumplan 12 años del asesinato, la causa quedará prescripta.
En el expediente hubo un cambio de particular damnificado ya que el pasado 13 de junio falleció, a los 88 años, la madre de María Marta, Luz María Blanca Galup Lanús de Hurtig, y su lugar fue ocupado por la única hermana de la víctima que nunca estuvo imputada en la causa, María Laura García Belsunce.
El viudo Carrascosa espera por estos días que la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías o el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro que lo juzgó en 2007, dispongan su prisión
domiciliaria o morigere su prisión preventiva, ante su delicado estado de salud.
El ex corredor de bolsa, de 68 años, padece graves problemas de presión y fallas en el sistema vascular que motivaron varios traslados urgentes desde el penal de Campana donde cumple su pena de prisión perpetua a centros asistenciales.
Su condena a perpetua está ahora apelada ante la Corte Suprema de la Nación -la última instancia que le queda en la Justicia argentina-, mientras que su abogado, Fernando Díaz Cantón, presentó en 2010 una demanda contra el Estado argentino ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la que reclama su libertad, dice que es inocente y pide un resarcimiento económico.
En tanto, los cinco condenados por encubrimiento agravado en 2011 esperan que la Cámara de Casación bonaerense resuelva las apelaciones a sus condenas.
En ese segundo juicio, el TOC 1 de San Isidro aplicó la pena de cinco años de prisión para el cuñado de María Marta, Guillermo Bártoli (51); cuatro años para el hermano Horacio García Belsunce (h) (64); tres años y medio para el hermanastro John Hurtig (48); y tres años para el vecino Sergio Binello (60) y para el médico Juan Ramón Gauvry Gordon (45).
Aún está pendiente un tercer juicio para Constantino "Dino" Hurtig (75), padrastro de María Marta, y quien debía ser juzgado en 2011 junto a los otros familiares por encubrimiento, pero su estado
de salud -con problemas psíquicos y cardiológicos-, tienen suspendido el debate ante el TOC 3 de San Isidro.
María Marta García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar, con medio cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido instaló desde el momento del hallazgo la hipótesis de que había sufrido un "accidente en la bañera" y se había golpeado con las canillas.
Sin embargo, una autopsia practicada recién a 36 días del hecho comprobó que la mujer había sido asesinada de seis balazos en la cabeza y el viudo se convirtió en el principal sospechoso para el fiscal de la causa, Diego Molina Pico.
Los familiares quedaron bajo la lupa del encubrimiento por haber cometido una serie de acciones como haber tirado al inodoro la famosa "bala-pituto", pedir que la policía no concurra a la casa y gestionar un certificado de defunción "trucho".
El viudo y toda la familia sostienen la teoría de que en realidad María Marta fue asesinada por ladrones que ella descubrió robando dentro de su casa y que podrían estar relacionados con los
vigiladores y el vecino Nicolás Pachelo, a quien siempre señalaron como sospechoso.
Fuente: Télam