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“A mi me quedan un montón de dudas”

La hermana de Juan Ignacio Burns, el chico que murió cuando estaba haciendo la previa con sus amigos, cuestiona que la Justicia investigue "una muerte accidental y no un homicidio culposo".

La hermana de Juan Ignacio Rosendo Burns (21), el joven muerto tras dispararse con un arma en la cabeza cuando hacía "la previa" para ir a bailar, aseguró que le quedan "un montón de dudas" respecto a la investigación del hecho y cuestionó que la Justicia investigue "una muerte accidental".

Esta mañana, mientras continuaba el velatorio de los restos del joven en una casa velatoria de la avenida Maipú 2170 del partido bonaerense de Vicente López, Antonella, la hermana del joven, dijo: "A mí me quedan un montón de dudas. Primero que me dijeron que el arma la había ido a buscar el hijo del dueño de casa, después que fue Ignacio. Tampoco entiendo por qué tardaron tanto tiempo en avisar a la policía, por qué tardaron tanto tiempo en avisarnos a nosotros...cuatro horas y media".

La joven cuestionó además a la justicia por haber considerado que se trató de una muerte accidental. "Pedimos que nos llamen y nos digan por qué se cambió la carátula de la manera que se cambió, qué fue lo que dio el peritaje, qué fue lo que dio la autopsia", explicó.

Además, Antonella pidió a quienes tengan armas en su casa que "tengan conciencia" y consideró que lo que le está pasando a su familia "es lamentable, pero puede servir para hacer mucho y evitar que otras familias como la nuestra tengan que pasar por esto".

"Yo me comprometo a seguir hasta las últimas consecuencias porque a mi hay cosas que no me quedaron claras y no se si alguien me va a dar alguna explicación. No puedo entender por qué se cambió de la noche a la mañana una carátula de homicidio culposo a muerte accidental. Hay una brecha enorme entre una cosa y la otra",
añadió.

Finalmente, agregó que cree en la justicia y auguró en que se "hagan todas las cosas que se tengan que hacer para descubrir lo que pasó".

Respecto al hecho, Antonella consideró que "todos son responsables, la persona que dejo el arma donde no tendría que haberla dejado, los chicos que tienen 21 años y ya son mayores de edad y pueden responder por lo que hacen, que estaban alcoholizados y no lo frenaron a tiempo".

"Había cinco chicos y ninguno tuvo un segundo de lucidez como para decirle `No, Nacho, lo que estás haciendo esta mal´, o para sacarle un revólver", explicó.

El hecho ocurrió poco antes de las 2 de la madrugada de ayer en una vivienda situada en Laprida 1320, de Vicente López, en la zona norte del conurbano, donde estaban reunidos Juan Ignacio y cinco amigos, entre ellos el hijo del dueño de inmueble.

Los voceros policiales dijeron que los otros cinco jóvenes de entre 17 y 21 años que estaban allí coincidieron en relatar que se había tratado de un accidente.