A Macri se le acabó el tiempo
* Por Luis Majul. A Mauricio Macri se le acabó el tiempo. Ya no puede más deshojar la margarita para decidir si se queda en la Ciudad o va como candidato a Presidente.
Ya no tiene espacio para intentar seducir al intendente de Tigre, Sergio Massa, y transformarlo en su candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires, en lugar de Francisco De Narváez. Ya no puede esperar un crecimiento en las encuestas de Horacio Rodríguez Larreta en detrimento de Gabriela Michetti porque eso no sucederá. Ya no puede postergar el anuncio de las fechas de las elecciones en la Ciudad, porque la presión hacia adentro y hacia afuera, es insostenible.
Macri, en las próximas horas, tendrá que tomar la que considera la decisión más importante de su vida: transformarse en la alternativa a la posible reelección de Cristina o dejar pasar el tren para refugiarse en la Ciudad, como le sugieren su amigo Nicolás Caputo y su asesor Jaime Durán Barba.
Otros hombres, que no son tan amigos ni tienen una consultora, le fueron a Macri todavía más sinceros:
Si te bajas ahora de la carrera presidencial después de todo lo que venís diciendo, la gente te va a tomar como un cagón, y no como el hombre que les puede dar un mejor gobierno.
Macri está más cerca de relanzar su candidatura y de acordar un proyecto común con De Narváez que de cualquier otra cosa. Pero Durán Barba lo asusta con los altos índices de aceptación de Cristina, y la posibilidad de perderlo todo: tanto el gobierno de la Ciudad como las presidenciales de octubre.
El ala más política de PRO, en cambio, lo empuja hacia la candidatura presidencial. También le advierte que, si continúa dudando, le va a pasar lo mismo que le sucedió a Julio Cobos después de haber capitalizado los votos del conflicto con el campo, o lo que le aconteció a la oposición, en general, luego de las expectativas que generó el triunfo de De Narváez sobre Néstor Kirchner en junio de 2009.
Hasta ahora te estás manteniendo a flote. Y si lanzás la candidatura vas a tener, detrás tuyo, a De Narváez, Eduardo Duhalde, Felipe Solá y otros tapados. Pero si no mostrás vocación por enfrentar al gobierno, te vas a diluir como la mayoría de los líderes de la oposición. Y ahí no te garantizo ni siquiera tu victoria en la Ciudad le explicó quizá el más peronista de los dirigentes de PRO.
Macri no solo está sorprendido por los números positivos de la Presidenta. También lo está, por la capacidad de lo que considera un tremendo aparato de comunicación oficial que intentan esmerilar a él mismo y a otros candidatos de la oposición, en decenas de medios y a toda hora. En la última semana, sus expertos le prepararon un informe lapidario. Se trata de casi diez minutos diarios en cada una de las ediciones del noticiero de Canal 9, dedicados exclusivamente a descalificar la gestión de Macri en la Ciudad. Los mismos expertos le dijeron lo que estaba sucediendo ahora mismo con el mapa de los medios.
Por un lado están los medios K. Son agresivos, descalificadores y no intentan parecer objetivos e imparciales. Por lo tanto esconden a Saadi en Catamarca, la presión sobre las consultoras, la persecución a periodistas críticos, los índices de inflación y los tremendos casos de inseguridad. Y por el otro están los medios profesionales. Esos hacen lo que se debe: les pegan un poco a todos. Y entre ellos vos también estás abonado.
Cuando Macri les preguntó porqué le contaban eso, sus asesores le dieron la mala noticia:
Porque la ecuación de medios K más medios neutrales favorece a Cristina, y es posible que la siga favoreciendo durante la campaña electoral, si no se manda ninguna macana.
Macri, como buen ingeniero, sigue haciendo cálculos. Ya sabe que contará con menos recursos que el candidato presidencial del gobierno. Y sabe, además, que a siete meses de las elecciones lleva la de perder. El dato nuevo es que ha empezado a comprender que de este laberinto puede salir para arriba,haciendo política. Sus hombres se empezaron a entusiasmar cuando les pidió que consultara a todos los líderes de la oposición para impulsar, de manera conjunta, una gran movida que incluya:
* La defensa de las consultoras multadas por publicar los índices de inflación.
* La denuncia del uso indiscriminado de fondos para apoyar a medios oficiales y paraoficiales que atacan a todos los opositores y los hostigan en la vía pública o en los actos oficiales.
* La denuncia de la utilización de los organismos públicos para perseguir a periodistas y medios.
* La queja por el apoyo oficial a los grupos de choque para impedir la salida de los diarios críticos.
El jefe de gobierno de la Ciudad afirma que no puede ser que mientras la Presidenta se muestra en público tranquila y pacífica, los encargados de hacer el trabajo sucio siguen operando con su autorización.
Cuando terminó de darles la instrucción para llamar todos, uno de ellos le recomendó:
Ok. Pero la cara la tenés que poner vos, y no Federico Pinedo. Y si querés que estén todos, desde Elisa Carrió hasta Pino Solanas, pasando por De Narváez, Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz y Cobos, el teléfono lo tenés que levantar vos. Porque eso es hacer política.
Los que defienden el proyecto Mauricio 2011 esperan que Macri se haya dado por enterado que el tiempo de las especulaciones ya terminó.
Macri, en las próximas horas, tendrá que tomar la que considera la decisión más importante de su vida: transformarse en la alternativa a la posible reelección de Cristina o dejar pasar el tren para refugiarse en la Ciudad, como le sugieren su amigo Nicolás Caputo y su asesor Jaime Durán Barba.
Otros hombres, que no son tan amigos ni tienen una consultora, le fueron a Macri todavía más sinceros:
Si te bajas ahora de la carrera presidencial después de todo lo que venís diciendo, la gente te va a tomar como un cagón, y no como el hombre que les puede dar un mejor gobierno.
Macri está más cerca de relanzar su candidatura y de acordar un proyecto común con De Narváez que de cualquier otra cosa. Pero Durán Barba lo asusta con los altos índices de aceptación de Cristina, y la posibilidad de perderlo todo: tanto el gobierno de la Ciudad como las presidenciales de octubre.
El ala más política de PRO, en cambio, lo empuja hacia la candidatura presidencial. También le advierte que, si continúa dudando, le va a pasar lo mismo que le sucedió a Julio Cobos después de haber capitalizado los votos del conflicto con el campo, o lo que le aconteció a la oposición, en general, luego de las expectativas que generó el triunfo de De Narváez sobre Néstor Kirchner en junio de 2009.
Hasta ahora te estás manteniendo a flote. Y si lanzás la candidatura vas a tener, detrás tuyo, a De Narváez, Eduardo Duhalde, Felipe Solá y otros tapados. Pero si no mostrás vocación por enfrentar al gobierno, te vas a diluir como la mayoría de los líderes de la oposición. Y ahí no te garantizo ni siquiera tu victoria en la Ciudad le explicó quizá el más peronista de los dirigentes de PRO.
Macri no solo está sorprendido por los números positivos de la Presidenta. También lo está, por la capacidad de lo que considera un tremendo aparato de comunicación oficial que intentan esmerilar a él mismo y a otros candidatos de la oposición, en decenas de medios y a toda hora. En la última semana, sus expertos le prepararon un informe lapidario. Se trata de casi diez minutos diarios en cada una de las ediciones del noticiero de Canal 9, dedicados exclusivamente a descalificar la gestión de Macri en la Ciudad. Los mismos expertos le dijeron lo que estaba sucediendo ahora mismo con el mapa de los medios.
Por un lado están los medios K. Son agresivos, descalificadores y no intentan parecer objetivos e imparciales. Por lo tanto esconden a Saadi en Catamarca, la presión sobre las consultoras, la persecución a periodistas críticos, los índices de inflación y los tremendos casos de inseguridad. Y por el otro están los medios profesionales. Esos hacen lo que se debe: les pegan un poco a todos. Y entre ellos vos también estás abonado.
Cuando Macri les preguntó porqué le contaban eso, sus asesores le dieron la mala noticia:
Porque la ecuación de medios K más medios neutrales favorece a Cristina, y es posible que la siga favoreciendo durante la campaña electoral, si no se manda ninguna macana.
Macri, como buen ingeniero, sigue haciendo cálculos. Ya sabe que contará con menos recursos que el candidato presidencial del gobierno. Y sabe, además, que a siete meses de las elecciones lleva la de perder. El dato nuevo es que ha empezado a comprender que de este laberinto puede salir para arriba,haciendo política. Sus hombres se empezaron a entusiasmar cuando les pidió que consultara a todos los líderes de la oposición para impulsar, de manera conjunta, una gran movida que incluya:
* La defensa de las consultoras multadas por publicar los índices de inflación.
* La denuncia del uso indiscriminado de fondos para apoyar a medios oficiales y paraoficiales que atacan a todos los opositores y los hostigan en la vía pública o en los actos oficiales.
* La denuncia de la utilización de los organismos públicos para perseguir a periodistas y medios.
* La queja por el apoyo oficial a los grupos de choque para impedir la salida de los diarios críticos.
El jefe de gobierno de la Ciudad afirma que no puede ser que mientras la Presidenta se muestra en público tranquila y pacífica, los encargados de hacer el trabajo sucio siguen operando con su autorización.
Cuando terminó de darles la instrucción para llamar todos, uno de ellos le recomendó:
Ok. Pero la cara la tenés que poner vos, y no Federico Pinedo. Y si querés que estén todos, desde Elisa Carrió hasta Pino Solanas, pasando por De Narváez, Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz y Cobos, el teléfono lo tenés que levantar vos. Porque eso es hacer política.
Los que defienden el proyecto Mauricio 2011 esperan que Macri se haya dado por enterado que el tiempo de las especulaciones ya terminó.