A los cortes de luz se sumaron los de agua y la ciudad fue un infierno
Una Navidad abrasadora y sin servicio eléctrico. Aún hay vecinos de Capital y el GBA que soportan esta agobiante ola de calor sin luz, agua, ascensor y con alimentos en descomposición.
Una Navidad abrasadora y sin servicio eléctrico. Aún hay vecinos de Capital y el GBA que soportan esta agobiante ola de calor sin luz, agua, ascensor y con alimentos en descomposición. En el peor de los casos llevan cuatro días de penurias. Las empresas dicen que la situación se está normalizando porque este fin de semana el consumo eléctrico bajó a la mitad en comparación al récord histórico registrado el jueves y aseguran que quedan "pocos casos puntuales que están en vías de solucionarse".
Ayer, el termómetro trepó a los 37° y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantuvo el alerta naranja por los altas temperaturas. Es un nivel que representa un efecto moderado-alto para la mortalidad en la población, en especial para los bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años o con enfermedades crónicas.
Según los pronósticos, el calor no cederá en los próximos días. El SMN anunció que el agobio continuará hasta el miércoles, con temperaturas mínimas de 20° y máximas de hasta 35, y una elevada sensación térmica en el área metropolitana.
"No tenemos luz desde el miércoles al mediodía. Fue un corte total que afecta a varias manzanas. Muchos vecinos se tuvieron que ir a casas de familiares y amigos", contó ayer a Clarín , Roberto Gómez, que vive en Melincué al 3.000, en Villa del Parque. "Tengo una sensación de impotencia inmensa. Hace 35 años que vivo en este barrio y nunca pensé que iba a pasar una Navidad así. Un horror: somos un matrimonio de 70 años y vivimos en un 4°piso de un edificio de Baigorria al 3.000", protestó Liliana Sterpin.
Cerca de allí, en Castelli y Bartolomé Mitre, los habitantes de un edificio de 8 pisos también estaban sin luz ni agua y ascensor. Situaciones similares se repetían en Lanús y Avellaneda, sur de la Provincia. El problema del agua se genera por la falta de energía que necesitan las bombas.
Después de cuatro días sin luz, ayer a la tarde se restableció el servicio en algunos barrios de la zona norte, área de concesión de Edenor. "Tengo dos hijos de 6 y de 1 año. La beba levantó fiebre por la noche del calor que hacía en mi casa... Desde el martes hicimos muchos reclamos telefónicos y en forma personal ¡Una vergüenza!", contó a este diario María, de Belgrano. Y en zonas aledañas, anoche todavía quedaban algunas viviendas sin servicio.
En tanto, vecinos de Hurlingham señalaron que tras una interrupción en el servicio, "la luz volvió pero con fases que oscilan entre 175 y 150 volts, lo cual representa un peligro porque los artefactos se pueden quemar", dijeron con bronca.
El caso de Leandro Airoli –dueño de una panadería en la calle Bolivia, entre Lascano y El Quijote, en Paternal– es angustiante. "Estoy sin luz desde el martes a las nueve de la noche; tengo 10 empleados y no puedo fabricar. Hice 15 reclamos en Edesur y con los vecinos afectados fuimos a manifestar tres veces a la calle. La cuestión es que tuve que tirar 400 kilos de pan. Alquilar un generador me cuesta $ 2.400 más $ 110 la hora: imposible ¿Cuál es mi ganancia? Estoy desesperado. La Nochebuena la pasé muy mal".
En los últimos días las compañías distribuidoras de energía repitieron los siguientes argumentos: "Son casos aislados y se deben a la sobreexigencia en las redes por los picos de consumo en estos terribles días de calor".
"La reducción de la actividad económica de los próximos días y el hecho de que mucha gente se fue de la Ciudad ayudará a reparar las pocas averías. La situación tenderá a normalizarse en enero, por la menor demanda".