A la justicia por tener "doble vida"
Un hombre irá a juicio oral y público acusado de utilizar una doble identidad durante más de 12 años, en los cuales se casó y anotó a sus dos hijos con falso nombre.
Fabián Senini, de 46 años, utilizó durante unos 12 años la falsa identidad de Marcelo Adrián Bastías, luego de adulterar su documento nacional de identidad.
El hombre acusado de "falsedad ideológica en concurso ideal con alteración de identidad de un menor en dos ocasiones", según informaron fuentes judiciales a Online-911.
Durante doce años, Bastías formó familia con una mujer con la tuvo dos hijos, y según fuentes de la causa, tanto sus amistades como su mujer lo conocían sólo por su falsa identidad, y nadie supo nunca de su verdadero nombre.
En 2005, el imputado se presentó ante el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas de la Capital Federal, con la intención de inscribir como propios a sus dos hijos pero al no contar con su DNI lo hizo por medio de testigos y lo hizo con el apellido falso de Bastías.
Ante esa circunstancia, es que se descubrió que los dos menores "pasaron de tener el apellido materno a uno que no correspondía a ninguno de sus progenitores".
En junio de 2009, se realizó un allanamiento en la casa del acusado, donde se encontró documentación de su verdadera identidad y paralelamente otra en la que figura su falso nombre.
El hombre acusado de "falsedad ideológica en concurso ideal con alteración de identidad de un menor en dos ocasiones", según informaron fuentes judiciales a Online-911.
Durante doce años, Bastías formó familia con una mujer con la tuvo dos hijos, y según fuentes de la causa, tanto sus amistades como su mujer lo conocían sólo por su falsa identidad, y nadie supo nunca de su verdadero nombre.
En 2005, el imputado se presentó ante el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas de la Capital Federal, con la intención de inscribir como propios a sus dos hijos pero al no contar con su DNI lo hizo por medio de testigos y lo hizo con el apellido falso de Bastías.
Ante esa circunstancia, es que se descubrió que los dos menores "pasaron de tener el apellido materno a uno que no correspondía a ninguno de sus progenitores".
En junio de 2009, se realizó un allanamiento en la casa del acusado, donde se encontró documentación de su verdadera identidad y paralelamente otra en la que figura su falso nombre.