A contramano
El Gobierno peca de moderado y, si tiene buenas intenciones, no sabe transmitirlas.
Allá afuera la pandemia del coronavirus sigue azotando al país, ahora incluso también por fuera del castigado AMBA. Pero en la Argentina siempre hay un quilombito más que te hace olvidar de la contagiosidad del virus que vino a cambiar nuestras vidas, aún sin fecha de vencimiento.
Mientras el Gobierno amenaza con apretar el “botón rojo”, pero que quedan solo en palabras porque la gente está cansada (es lógico, ninguno vivimos una pandemia de estas características), el número de contagios sigue alto en el área metropolitana de Buenos Aires pero la Ciudad permite cada vez más aperturas. En el peor de la pandemia estamos en el mejor momento para el esparcimiento. A contramano de todo sentido común.
Como a contramano nos tomó a todos el nuevo ajuste al cepo de compra de dólares. Un claro golpe al mentón a la clase media, si entendemos a esta como el grupo social con capacidad de ahorro, que con esta Argentina de inflación, desempleo y parate económico son cada vez los menos.
Pero también es un golpe más bajo a los sectores más desfavorecidos, que siempre terminan pagando los platos rotos. A los que apenas les alcanza el sueldo para el mes –hoy también menos, con tantas actividades aún paradas por el covid-19- le es imposible comprar dólares, pero también ven como el peso va perdiendo poder adquisitivo. El dólar sube, los precios suben, los sueldos no aumentan y hasta desaparecen.
Y mientras tanto, el “impuesto a la riqueza” aún sigue tímidamente escondido. ¿Cuándo sería el momento para ser solidario si no sería este? Mirá que una “pérdida” así a algunos no les hace ni cosquillas, eh.
Pero mientras tanto, el Gobierno se burla de quienes quieren resguardar sus pocos ingresos en el dólar. Y comunica tremenda noticia a horas de la noche, sin dejar las cosas claras y sin dejar un mecanismo más sencillo para recibir la devolución del 35% de la nueva percepción por Ganancias. Impuesto que de por sí está desactualizado, en montos y alcances, porque no puede ser que todavía grupos privilegios no lo paguen mientras otros sí.
¿Nos faltan dólares y creen desde el Gobierno que esta es una medida difícil pero necesaria? Exprésenlo bien, contando por qué no están esos dólares en el país y cuánto durará esta medida si es transitoria. Pero no demonicen a los que tienen la posibilidad de comprar algunos billetes verdes para resguardarse ante la inflación que te come el bolsillo.
Otra vez el Gobierno va a contramano. Por querer mostrarse moderado terminan perjudicando a los que en el día a día tienen menos poder para expresarse. Pero que al fin y al cabo tienen la palabra final con el voto.
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