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A cinco años del crimen de Fernando Báez Sosa

Se cumplen cinco años de la terrible e incomprensible muerte del joven Fernando, y todavía se discute si la condena que recibieron los atacantes fue un fallo ejemplar o justo, cada cual puede entender lo que quiera, pero los condenados entienden una cosa y el público otra. 


Cada vez que sucede un episodio que despierta el interés de la opinión pública, se abren los bandos a favor o en contra de lo que sea, y aquí sucedió exactamente eso. Mayoritariamente, el pueblo entendió que la muerte del joven Fernando le podía tocar a cualquiera. Hoy a cinco años ocurren los mismos episodios y sigue muriendo gente en similares circunstancias.


Esta semana uno de los condenados escribió una carta dirigida a un medio donde intenta explicar lo inexplicable. El célebre personaje, Máximo Thomsen. Llora y jura, que: "No soy un asesino". Lleva cinco años preso por el crimen, un chico de su edad, y que había llegado, como él, a divertirse con sus amigos en Villa Gesell, y fue víctima de una muerte brutal, a patadas, a piñas, mientras estaba indefenso, en el piso, afuera de un boliche.


Los testigos, de manera unánime, lo señalaron como el líder del ataque contra la víctima aquella madrugada del 18 de enero de 2020. Su zapatilla de lona negra, marca Cyclone, quedó estampada en el maxilar izquierdo de Fernando, a modo de tatuaje. Tan inconsciente e irresponsable era Máximo y sus secuaces, que al ser detenido, involucró a un inocente, Pablo Ventura, también de Zárate. Dijo que la zapatilla era de él, cuando el joven ni siquiera había estado en Gesell. Otra mentira que hizo mucho daño. 


Máximo pasa sus días en la Alcaldía de Melchor Romero. Allí también están alojados los otros condenados: Matías Benicelli, Enzo Comelli , Luciano Pertossi y Ciro Pertossi. Y los que recibieron 15 años como "partícipes secundarios": Blas Cinalli, Ayrton Viollaz  y Lucas Pertossi.   


Lo concreto es que los cinco años de detención, en nada mejoraron a Thomsen, quien a través de su abogado Oneto, mediante un mensaje de Whatsapp hizo el siguiente descargo y reflexión: 


Hola, sinceramente en estos días es difícil estar bien, siendo que van a ser cinco años de aquella noche trágica para todos, más que nada levantándose todos los días viendo cómo en los diarios siguen saliendo noticias de peleas afuera de los boliches sin importar todo lo que ha pasado.


Es como que uno reflexiona y piensa que, al fin y al cabo, creo que lo que intentaron hacer con nosotros, como una condena ejemplar para que deje de haber violencia en los jóvenes y en la sociedad, no sirvió en lo más mínimo, porque sigue sucediendo y con más frecuencia y es algo que a uno lo lastima más, porque no se encuentra con ninguna solución a este problema social.


Máximo aunque te cueste entenderlo estás ahí por una acción y decisión tuya, sé que Fernando dentro del local te pego, pero eso no te habilitaba a que llevarás adelante semejante reacción.  La justicia no hizo más que aplicar la ley, ¿te parece mucho tiempo el que estarás  preso?  Lo es, pero es mucho menos que el tiempo de condena de Fernando.   A modo de reflexión te dejo este mensaje, LA PRISIÓN TIENE PUERTA DE SALIDA. EL CEMENTERIO, NO… 

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