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A 20 años del caso Fraticelli: una muerte todavía misteriosa que puso en la mira a la Justicia

A las 8 de la mañana del 20 de mayo de 2000, Natalia Fraticelli fue encontrada en su cama, recostada, muerta y con una bolsa de nylon en la cabeza. Sus padres fueron los principales acusados.

En la mañana del sábado 20 de mayo de 2000, Natalia Fraticelli, la hija de 15 años del entonces juez de Rufino, Carlos Fraticelli y de Graciela Dieser, fue encontrada muerta y con una bolsa de nylon en la cabeza en su dormitorio de la vivienda familiar de la calle San Juan 340 de esa ciudad del sur santafecino. A 20 años de aquel día trágico, el llamado "caso Fraticelli" continúa sin resolución, tras la detención y posterior absolución de sus padres, y marcó un hito en la justicia penal santafecina.

Es que la causa, que conmovió a la sociedad argentina finalizó con un hecho trascendental: una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ordenó revisar las condenas por considerar que el sistema penal santafesino no garantizaba la imparcialidad de los jueces intervinientes, obligó a un cambio total de lo que hasta ese momento era el funcionamiento de la justicia de la provincia. El 10 de febrero de 2014 entró en plena vigencia el nuevo Código Procesal Penal.

A las 8 de la mañana del 20 de mayo de 2000, Natalia Fraticelli fue encontrada en su cama, recostada, muerta y con una bolsa de nylon en la cabeza. El primer especialista que analizó el cadáver -el doctor Ulises Cardozo- concluyó con que se había tratado de un suicidio por la ingesta de psicofármacos. Sin embargo, los encargados de realizar la autopsia determinaron que, en realidad, a la adolescente la habían matado por estrangulamiento.

Tras las primeras pericias y resoluciones judiciales, Fraticelli fue destituido como integrante del Poder Judicial y él junto a su esposa condenados a prisión perpetua como coautores de homicidio doblemente calificado. Las defensas de ambos integrantes del matrimonio dijeron que fue un caso de suicidio por ingesta de medicamentos y no estrangulamiento y apelaron la sentencia en todas las instancias de la Justicia provincial pero las presentaciones siempre fueron rechazadas.

El abogado de Fraticelli, Carlos Edward, dijo que el exjuez era "totalmente inocente" y que no hubo "causa violenta" en la muerte de su hija, quien padecía un retraso mental.

En 2006, la Corte Suprema de Justicia de la Nación anuló la sentencia y ordenó que se dictara un nuevo fallo. Los argumentos del máximo tribunal fueron simples: dos de los tres jueces integrantes de la Cámara Penal de Venado Tuerto, que suscribieron el voto mayoritario a favor de la condena, eran los mismos que habían confirmado el procesamiento y la prisión preventiva de los imputados, por lo que no se podían considerar aseguradas las garantías constitucionales de imparcialidad.

A fines del 2009, la Cámara de Venado Tuerto de Apelaciones en lo Penal de Venado Tuerto revocó la condena contra los padres de Natalia y los dejó absueltos de culpa y cargo. Al plantear el recurso, el fiscal sostuvo que la sentencia cuestionada resultaba arbitraria tanto normativa como fácticamente.

Entonces, Fraticelli y Dieser obtuvieron la libertad condicional y rehicieron sus vidas por separado: ella en la ciudad de Rafaela, donde se suicidó en 2012, y el exjuez junto a su nueva pareja y exterapeuta, Norma Tejedor. Franco, el otro hijo del matrimonio, residió varios años en Rafaela pero después de la muerte de su madre se trasladó a una provincia cuyana.

En 2016, la Corte dejó firme el fallo que absolvió al exjuez por la muerte de su hija Natalia. Dispuso que la falta de certeza sobre la acusación a Fraticcelli hiciera "imposible destruir la situación de inocencia". Y agregó que a pesar de los quince años transcurridos desde la muerte de Natalia Fraticcelli, "no existió otra hipótesis incriminatoria" de la fiscalía.

El alto tribunal sostuvo que "un procedimiento que se ha prolongado durante más de catorce años excede todo parámetro razonable, dilatando el estado de indefinición en el que se ha mantenido a los imputados en violación de su derecho constitucional a obtener un pronunciamiento judicial en un plazo razonable".

Nunca se supo quién asesinó a la adolescente o si, como sostienen algunos peritos, se suicidó mediante la ingesta de medicamentos.

A veinte años de la misteriosa muerte, el diario La Nación dialogó con el abogado Carlos Edward, defensor de Fraticelli, quien apuntó: "El impacto mediático de lo sucedido se proyectó decididamente sobre la causa judicial, principalmente en sus operadores judiciales, y en las autoridades políticas de ese entonces, que pretendieron una resolución 'rápida' del caso, por lo que el juez instructor a cargo de la causa más que investigar cómo había muerto Natalia Fraticelli, imputó inmediatamente a sus padres como autores de su muerte, a pesar de que el médico policial [Ulises Cardozo], no advirtió ningún signo ni de estrangulamiento ni de violencia. A su vez, el juez instructor se expuso ante los medios prejuzgando sobre Fraticelli y su esposa, al igual que una de las integrantes de la Cámara Penal de Venado Tuerto, lo cual comprometió seriamente su imparcialidad".

Hasta la actualidad, el abogado insiste en que " hubo un marcado espíritu de cuerpo en la justicia santafesina contra el juez Fraticelli, ya que tanto la Cámara Penal de Venado Tuerto como la Corte provincial siempre se enrolaron en la misma hipótesis en cuanto a la responsabilidad penal de los padres de Natalia". "Ya en la causa penal existían distintos informes médicos que, con rigor científico, dictaminaban que la menor no había fallecido por un acción violenta sino por la ingesta de un medicamento recetado a su abuela, y contraindicado para el cuadro de epilepsia que sufría la menor ", remarcó.

Sobre el fallo de la Corte Suprema de 2006, que abrió la puerta a la liberación de Fraticelli, Edward mencionó que "implicó un verdadero certificado de defunción para el inquisitivo Código Procesal Penal de Santa Fe, ya que provocó la reforma del sistema procesal penal santafesino con la sanción del nuevo código". "Es decir que el actual Código Procesal Penal de Santa Fe surgió más que por una convicción política de la necesidad de su cambio por los términos lapidarios que empleó la Corte nacional en su fallo sobre la organización procesal de la provincia de Santa Fe. Si la Corte Suprema no se hubiera pronunciado como lo hizo en la 'Causa Fraticelli' todavía seguiría rigiendo el anterior digesto procesal penal", dijo, sobre las implicancias judiciales del caso.

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