627 kilómetros para encontrar alimento
Una osa polar nadó durante nueve días para poder comer. Lo hizo como parte de un estudio científico. Durante el trayecto perdió el 22 por ciento de su masa corporal.
Una osa polar nadó 687 kilómetros durante nueve días hasta encontrar alimento. La travesía fue parte de un estudio de científicos con el objetivo de estudiar el comportamiento de esta especie.
El animal perdió 22 kilos durante su trayecto. La dificultad que tuvo para encontrar comida - principalmente focas- se explica con el deshielo de los glaciares, causado por el calentamiento global.
La osa tuvo un dispositivo GPS que les permitió a los científicos saber su ubicación –tierra o mar- y un termómetro controló su temperatura a lo largo del periplo.