500 Metros
El cosmopolitismo y la globalización van camino al cementerio de la historia.
¿Cómo deben tomarse estos permisos? ¿Cómo una infantilización de la población? ¿Cómo una concesión del poder que limita el radio de autonomía de circulación de los habitantes? ¿Cómo una recomendación terapéutica para no morir infectados? Sea cual fuere la interpretación, bienvenidos sean estos 500 metros. Para los chicos, para los grandes, para todos. 500 metros y una hora para respirar aire puro y para caminar sin necesidad de llevar changuito para la compra o perro. 500 metros y una hora parece ser hoy los límites de la libertad de movimientos.
Pero de todo lo demás no se habló. El cataclismo de las empresas grandes o chicas, la tragedia personal de los millones de personas que viven de sus salidas a trabajos no registrados, de sus profesiones liberales, de las empleadas domésticas y sus horas de pluriempleo en varios hogares. De los que no están en las listas del IFE. De los cartoneros explotados por los compradores que bajaron el precio del kilo de cartón de 2 pesos a 0,70 centavos. Fondos buitres hay en todos lados.
¿Van a aparecer medidas complementarias para dar algunas respuestas tsunami económico? Dicen que el Banco Central ordenará a los bancos a que liquiden en 48 horas los créditos personales de hasta 150.000 pesos a tasa cero. Ojala se cumpla ésta orden. Con otros apoyos dispuestos para pymes y no pymes directamente han terminado en casi nada.
Si zafamos del Covid- 19, del cataclismo económico y del aburrimiento de la cuarentena, queda por saber cómo saldremos humanamente. ¿Cómo quedará nuestra psiquis? ¿Cómo serán las relaciones sociales y familiares? ¿Habrá nuevos códigos afectivos? ¿Superaremos el stress postraumático que producirá la pandemia. Hay muchos gurúes que dicen que alumbrará un nuevo mundo con códigos desconocidos. Hay vaticinios apocalípticos, mágicos, ominosos que dibujan un futuro humano de zombis más estéticos y educados. Hay quienes dicen que en el pos pandemia nada será igual al pasado. El impacto de una tragedia planetaria como ésta los paleontólogos la describen como el mismo escenario que borró de la tierra a los dinosaurios. En este caso los dinosaurios seriamos nosotros. Pero las proyecciones demográficas presentan escenarios más amigables para los casi 8 mil millones de habitantes que tenemos en la Tierra. Hasta que aparezca una cura o una vacuna el virus se habrá llevado estimativamente 500.000 vidas en el peor escenario. Frente a los 8 mil millones de humanos pareciera ser una estadística que jamás debiera haber justificado semejante catástrofe planetaria. Pero en rigor de la verdad nadie sabe cómo y cuándo terminará esta pandemia.
Un dato es cierto. El cosmopolitismo y la globalización van camino al cementerio de la historia. El fenómeno actual de fronteras clausuradas y aeropuertos vacíos auguran un futuro de sociedades cerradas que mirarán con desconfianza al extranjero. Si algunos ya miran con desconfianza a un vecino, imaginemos lo que será para el que venga de otro continente. Ya en el mundo lo están sufriendo los chinos, por ejemplo. En esto ya podemos asegurar que seremos peores.
Mientras todo esto es una incógnita, gocemos de estos 60 minutos y 500 metros que es lo que desde hoy tenemos permitido.
Dejá tu comentario