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46 policías detenidos en Ecuador por conspiración

Un grupo de 46 policías fue detenido en Ecuador por la rebelión de uniformados del pasado jueves, denunciada como un intento de golpe de Estado.

Mientras, para este miércoles se esperaba el regreso a Quito desde Brasil -donde participó como observador electoral- del ex mandatario Lucio Gutiérrez, derrocado en 2005 y a quien Correa acusó de estar detrás de la intentona golpista y de asesinato.

Los 46 policías fueron arrestados la noche del martes y se espera para las siguientes horas la audiencia para la formulación de cargos por rebelión, dijo el fiscal del caso, Marco Freire.

Asimismo, fue detenido el militar retirado Fidel Araujo, dirigente del partido Sociedad Patriótica (SP) de Gutiérrez.

Tres coroneles que fueron vinculados previamente por su presunta participación en la revuelta que se saldó con 10 muertos y 274 heridos, fueron dejados en libertad condicional.

Correa anunció el miércoles una depuración en la Policía, indicando que "hay un núcleo duro que hará cualquier cosa para seguir mandando en el país y hacer lo que se les da la gana".

"Tenemos que sancionarlos con toda la firmeza de la ley", dijo el mandatario a la prensa extranjera, reiterando que "no habrá perdón ni olvido" y que se trata de "unos cuantos" policías.

Asimismo, informó que reestructurará el sistema de inteligencia "desde cero", pues "todo está infiltrado" por la financiación extranjera del pasado, mientras que el ministro de Defensa, Javier Ponce, anunció una investigación contra militares que bloquearon el aeropuerto de Quito durante los desórdenes.

Al mismo tiempo el gobierno ordenó el retiro de armas a los uniformados sublevados que fueron identificados en videos.

En medio de la rebelión, el gobernante fue retenido por manifestantes y rescatado en un violento operativo militar.

El presidente afirmó que pese a ello "el golpe no ha terminado, continuó, y lo del jueves, hay que tener cuidado, ha sido una medición", por lo que llamó a prepararse "para el resto".

"Va ser muy difícil en el futuro garantizar que una situación, tal vez no de esa magnitud, pero un atentado puede ocurrir", añadió, sin precisar si ese ataque sería contra él.

Asimismo, descartó la participación del gobierno estadounidense en el intento de derrocarlo, como sospechan sus homólogos de Bolivia y Venezuela, pero no excluyó que en el mismo pudieran haber tomado parte grupos de extrema derecha estadounidense.

Según Correa, los insurrectos balearon una ambulancia que evacuaba a militares heridos -que participaron en su rescate en un hospital- y que intentaron ejecutar a dos soldados que se salvaron fingiéndose muertos.

"Con gente así suelta es imposible decir que en el futuro no se podrá esperar algún incidente. Habrá que detectar a esta gente, pero será muy difícil detectar a todos, y mientras exista esa gente en las filas policiales va a ser muy difícil que no haya un acto violento o un exceso policial en el futuro", alertó.

El mandatario criticó a opositores que intentaron minar la versión sobre el secuestro y la tentativa de golpe y homicidio.

"Cada vez tenemos evidencias de que esto fue planificado, no fue espontáneo", indicó, y sostuvo que desde la Asamblea Legislativa "se conspiró" utilizando el reclamo gremial de los policías para crear un vacío de poder.

Este miércoles, durante una sesión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos (OEA), su secretario general, José Miguel Insulza, respaldó la tesis del golpe de Estado.

"La intención de otros que estaban en esta actividad que no fueron vistos en primera fila era de llevar esta insurrección hasta una desestabilización del gobierno", subrayó, apuntando que el golpe se evitó por la falta de apoyo popular.