#18E El día del magnicidio: “Mataron a Nisman”
Ese día, desde la madrugada empezó a sonar mi celular llamados invitándome a espacios de noticias; la causa común a todos, “lo mataron a Nisman, murió Nisman”,para dar mi opinión como médico legista.
Ese día, desde la madrugada empezó a sonar mi celular llamados invitándome a espacios de noticias; la causa común a todos, “lo mataron a Nisman, murió Nisman”,para dar mi opinión como médico legista.
Todo era caos, cada móvil que levantaba señal ponía al aire un periodista que no estaba, hasta ese momento, mucho más informado que los televidentes, por lo que se trataba de un sinnúmero de versiones, sin embargo, desde el piso 13, donde fue hallado Nisman en el baño con un disparo en la cabeza, comenzaron a circular versiones de la presencia de un arma. Eso reducía obviamente las posibilidades, pero no llegaba a aportar suficiente luz, muy lejos estamos aún lejos de ese posible utópico.
Nisman tenía que presentar ante el Congreso de la Nación su denuncia, que involucraba a nombres de figuras políticas de relevancia, léase, se convertiría en un adoquín en la mochila de más de uno, aunque, y las fuentes tanto como los que con el tiempo fueron opinando sobre el asunto, descartaron la existencia de las pruebas, dado que no se hallaron al momento del ingreso de Policía Científica de la PFA, donde si la escena del crimen estaba deformada, alterada y contaminada, se entraron cosas y sacaron otras ,tal cual fuera explicado en los términos de Edmond Locard, padre de la Criminalística Moderna, en la nota previa.
La causa.
Nisman trabajaba en una fiscalía especial, creada y asignada por Néstor Kirchner durante su mandato presidencial, abocada a la investigación del caso de la AMIA, que sufrió un atentado terrorista con una “camioneta bomba”, de la cual de hecho ni se sabe si tenía conductor o fue “plantada” en la puerta de la AMIA y operada a distancia. El saldo fue de 84 muertos y cientos de heridos. Era una causa casi dormida, de hecho, se han encontrado hace pocos días documentos y pruebas literalmente “tirados”en un depósito del Poder Judicial de la Nación.
Por otra parte, el fiscal Nisman fue adquiriendo notoriedad al llevar adelante la causa, pero mucho más representativa cuando menciona que una de las personas investigadas era la propia Jefe de Estado, CFK, y una larga cadena de funcionarios tanto de primer nivel como sus subalternos en cada área investigada. Sus fuentes de información resultaron tener procedencia no absoluta, pero si relevante, en los servicios de inteligencia nacionales e internacionales; pero había un problema: los servicios de inteligencia no brindan certificación de la prueba, porque a veces conocen su existencia y paradero, pero en su condición de anonimato (nadie es quien dice ser), no brindan declaración jurada ni garantía. Tarde o temprano, trabajar con los servicios es meterse en el barro hasta la cintura y ahí intentar remar. La única excepción fue la de “Jaime” Stiuso, que necesitaba a Nisman tanto como Nisman a él en función del trabajo. Por otra parte, su carrera en la ex SIDE había sido “podada” por haberse conocido su identidad años atrás por parte de Gustavo Béliz, quien por primera vez, lo sacó de la oscuridad, zona de confort por excelencia por parte de los servicios. Obviamente, ya sabemos la suerte corrida por Béliz…
Los furcios de los entrevistados y los autoconvocados a Cadena Nacional, “no aclares que oscurece…”
A ambos lados de la grieta (término ya “institucionalizado” para describir las diferencias del oficialismo de turno así como la de la oposición), se gritaban de lado a lado “lo mataron!!!”- “se suicidó!!!”, mientras el tiempo seguía corriendo (citando otra vez a Edmond Locard, “el tiempo que pasa, la verdad que huye…”), una buena forma de concentrar la atención en el mago y no en el conejo, que siempre estuvo ahí, fenómeno conocido como missdistraction, o pérdida en la distracción, o sea, se cambia el foco para que el conejo aparezca: a esta altura, ya no importaban formalmente el homicidio/ suicidio, teníamos a la mano la autopsia que parece de un poder omnipotente por la verdad que revela, y que el interesado intenta llevar a su campo, qué hacía Nisman en Europa, como si estaba separado de la Dra. Arroyo Salgado se había ido de vacaciones en familia para llevar a sus hijas, dejar a una de ellas en el aeropuerto de Barajas (Madrid), avisando a la madre de la menor para que la recogiera allí, el misterioso llamado que forzó a su viaje en solitario, su llegada a la Argentina, y entretanto, los dos destructores de la escena del crimen, la fiscal Fein y Berni, todos dejando deslizar que fue un homicidio, pero argumentando siempre la hipótesis del suicidio.
La Presidente de la Nación, CFK, brindó un sensible discurso en Cadena Nacional, deslizando en tales dichos la hipótesis del suicidio, la que rectificó en días posteriores también en Cadena Nacional hablando del homicidio del fiscal Nisman. Sin embargo, había en el ambiente de ambos discursos un tufillo de exceso de coaching, la vestimenta, sentada en una silla de ruedas y con una bota tipo walker en su miembro inferior derecho. Habló desde la impostura presidencial, pero “cocheada” para no dispararse con un exabrupto, la credibilidad de un Jefe de Estado depende de la contemplación de todos estos factores, o sea, CFK se había vuelto “humana”, mostrando la minusvalía personal como elemento de captación (otra vez missdistration) entendiendo que en su casa no faltan ni sillones ni escritorios, donde también podía ser humana en un discurso mas formal, que se completa en su armado con un escenario casi totalmente blanco, con una iluminación muy adecuada, y situándose como dirigente desde un lugar de igualdad a la gente de a pie, pero en la incapacidad, temporal o permanente. El objetivo estaba logrado, por unos días dejó de existir un muerto de apellido Nisman, fiscal de una unidad especial, y si acaso entraba en los cálculos, denunciante del pacto con Iran, y si había un ánimo proactivo, pesaba más “quién iba a llevar la manija del cajón”, que el contenido del mismo. El Estado soltó la mano de Nisman, que para ese entonces, era más útil muerto que vivo.
La escena del crimen. La explicación de manual de cómo arruinarla.
Lamentablemente, la contaminación era tal que, a los ojos del rigor científico de cualquier criminalista o médico legista, era desastrosa cuanto menos, y mucho más cuando se acercan al baño y dentro del mismo, donde se hallaba el cadáver de Nisman en un lago de sangre parcialmente coagulada y en otros lugares un líquido de color amarillento- ambarino, que se corresponde con la disociación de la sangre entre sus elementos formes (las células sanguíneas) y la separación parcial del plasma. Se acababa de encontrar un muerto y de pisotear su sangre, y esto solo como para empezar. La fotografía es defectuosa, y cualquiera con una cámara reflex y un flash circular de frente las podía haber sacado mejor si tenía conocimientos de fotografía forense, que es muy específica. La filmación realizada documenta objetivamente el accionar desastroso, viéndose en una de las tomas una huella de sangre que se correspondía con el calzado de Sara Garfunkel o de la fiscal Fein, la primera, la madre del fiscal.
Pero volvamos al tema de la sangre: la sangre del muerto no coagula más que en agregaciones “gelatinosas”, y acá había sangre coagulada. Por otra parte el volumen vertido, porque si la sangre de un muerto no coagula, tampoco brota luego de la muerte, porque se pierde la presión arterial, por lo tanto, no sólo en el piso entre el cadáver y la bañera y que se extendía en lago hasta la puerta del baño, motivo por el que la madre de Nisman (que aportó las llaves para ingresar) llamó al 911 requiriendo una ambulancia “porque mi hijo está muerto”, sin haber ni siquiera visto el cadáver. Ok, muchos se preguntarán de que sirven estas determinaciones si ya tenemos al muerto: sencillo, hubo un tiempo de sobrevida de la persona entre el evento traumático y el deceso, para traducirlo a mas sencillo todavía, dado que la herida era mortal, lo dejaron allí, en un estado agónico, la muerte ya llegaría. Y acá hago mi primera declaración como escritor de la presente nota, en mi leal saber y entender, a Alberto Nisman lo mataron, quiénes, escapa a mi conocimiento, porque los profesionales que hicieron este trabajo fueron los primeros que alteraron la escena del crimen, pero de una forma tan prolija que dejaron aquello que debía ser visto.
El disparo es de capital importancia, porque fue el evento agresor que conllevó al evento muerte. De todos los ángulos posibles, las manchas en el vanitory son cruciales, porque no existe un goteo estático, y que para producir tales manchas tiene que haber sido un jet (forma de denominar a las proyecciones. Por la estatura de Alberto Nisman, si ese jet se hubiese producido de pie, debiera haber manchas hasta en el espejo, y están solo en la mesada, desde el borde y por varios cm. hacia el centro de la misma, por ende, se abona la hipótesis de que Nisman se hallaba al menos de rodillas al momento del disparo. Sin embargo, también existen microgotas en el receptáculo del lavabo. Según un perito criminalista, el Lic. Echeverría, si hubiera una persona que sostuviera la pistola en la mano de Nisman, éste obturaría la dispersión de esas microgotas. Sin embargo hay más planteos válidos: contando que el ángulo de apoyo, contacto o proximidad de la boca del arma, en primer lugar no es una postura buscada para el suicidio, porque tiene altas chances (más con un calibre pequeño) de no penetrar el hueso y circungirar el cráneo por las partes blandas del cuero cabelludo (experiencia particular, lo he visto en muchas autopsias donde, al principio y en forma inexplicable) hay dos disparos en la cabeza, lo que haría pensar mas en un homicidio que en un suicidio. De los que sobrevivieron, muchos han estado internados en clínicas psiquiátricas para su resguardo y tratamiento. Y el punto clave de esta lesión: la ubicación del disparo, su trayectoria y penetración pueden haber dañado la arteria meningea media, rama terminal de la carótida interna, esta explicación es solo a los fines didácticos e informativos de la nota, pero si hubo sobrevida y semejante vertido de sangre, Nisman sangró a consecuencia del disparo que antes de entrar al encéfalo dañó una arteria importante, de las que podríamos llamar “sistema de alta presión”, y en consecuencia al jet, lo que se describe como goteo estático es consecuencia directa del jet, Las microgotas en el lavabo, el rebote casi tangencial que por la presión con la que sale, hace “rebotar”la sangre en forma diagonal y hacia fuera, lo que justifica su presencia sin necesidad de la teoría de otra persona agresora interpuesta, que, citando al mismo criminalista que da su impresión, si no caían en el lavabo obligatoriamente se las tenía que llevar puestas en la ropa.
Las pericias.
La autopsia realizada en la Morgue Judicial, dependiente de la Suprema Corte, no arroja, o lo hace en forma muy cauta, resultado concluyente alguno.
Muchas veces a los médicos legistas nos toca trabajar aislados del contexto de la escena, del cadáver y su autopsia, como he comentado la semana anterior. Allí reside la habilidad de construir y deconstruir la causa con todo lo que se halle aportado, pedir medidas de prueba por medio del abogado de la parte, pero la situación es lo más parecido a un juego de bloques Lego, ya había escrito sobre esto en la entrega anterior.
Sin embargo, la pericia realizada por Gendarmería Nacional, que posee un equipo criminalista de los mejores del país, arrojó la presencia de ketamina en los fluidos biológicos de Nisman. A modo de brevísima reseña, la ketamina es una droga de síntesis que se usó en humanos hasta hace aproximadamente 15 años; el motivo era el postoperatorio, donde la persona cursaba con fiebre, agitación psicomotriz y alucinaciones. Se considera un anestésico disociativo. Fue desarrollada en Estados Unidos como droga de uso militar en campo, en 1962, dado que no altera la conciencia del paciente, pero sí produce el bloqueo de los haces neuronales que ascienden desde la médula espinal al cerebro (haces espinotalámicos laterales), disociando el dolor de la conciencia. Actualmente su único uso aprobado es veterinario. Como droga de abuso, se hace la cristalización abriendo el frasco y pasándolo por el micro- ondas, evaporándose el agua y dejando los cristales.
Ahora bien, las pericias complementarias, es este caso la toxicológica, tomadas las muestras del cadáver en la morgue, no arrojan ningún positivo para drogas de abuso, entre ellas ketamina, a diferencia de la realizada por Gendarmería y luego por el equipo de criminalística puesto por la Dra. Arroyo Salgado, con iguales resultados. Esto puede dar a comprender desde un punto de vista teórico basado en la farmacología y la toxicología, que la primera agresión y lesión en su salud de Nisman fue por una intoxicación, que, por las características del producto, lo debilita en su voluntad, obnubila su conciencia sin perderla y esto permite manejarlo a conveniencia del agresor.Entonces vale decir: si nos mienten, quién nos miente?. Qué sentido tiene mentir, y más a esta altura?.
Entiendo que si es así, son poderes fácticos sin identidad que embarran la cancha constantemente, esto incluye una clara lucha en los ámbitos de inteligencia, Nisman fue asesinado en este contexto.
En el documental de Netflix (de muy buena producción), nadie juega opiniones liminales, pero si se lee o escucha entre líneas, los mensajes subliminales aparecen, y dirigen toda la serie de episodios.
La sospecha, por muchos mantenida como duda (me incluye), de la infiltración iraní es descripta por Stiuso, que aclara que procedían de Uruguay, y que entraron a la Argentina por uno de los tantos huecos por donde se puede entrar; ésta era la mano de obra. Cumplida su principal tarea, se encargaron de no dejar indicios o huellas, salvo las vistas, que son las que querían que se vieran, vale decir, montaron un circo con los números que queríamos ver, y otra vez, la missdistraction.
Ayer se conmemoró el #18E, el quinto año de la atroz muerte del fiscal Alberto Nisman. Se dio lectura a un documento el cual menciona en una de sus partes, textual: “Nadie en la Argentina puede darse el lujo de interpretar la muerte de Alberto Nisman según su ocasional conveniencia política o el cargo que circunstancialmente ocupe. Quien piense que el sillón de Rivadavia tiene el poder de hacer cambiar la verdad; quien crea que la verdad; quien crea que la verdad puede escribirse y cambiarse a conveniencia no es mas que un aliado de la mentira y cómplice de los culpables”
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