14 años de la muerte de Gilda
La cantante de cumbia más conocida del país murió en un accidente automovilístico, al igual que su madre, su hija y tres de sus músicos. Pese a eso, sus temas continúan siendo éxitos de la bailanta y el pueblo la recuerda.
Miriam Alejandra Bianchi, conocida mundialmente como Gilda, falleció el 7 de septiembre de 1996, camino a Chajarí, Entre Rios, cuando un camión embistió al micro en el que viajaba ella, junto a su madre, su hija Mariel y tres de sus músicos.
Miriam Bianchi tenía el sueño de triunfar como cantante y por eso luchó para serlo. Su voz y su carisma hicieron que se ganara un lugar en la movida tropical con un grupo musical, pero luego de semejante éxito grupal, pasó a ser solista y llamarse “Gilda”, en honor a la “femme fatale” que encarnaba Rita Hayworth en la película del mismo nombre.
En los comienzos de su carrera conoció a “Toti” Ramírez, compositor y tecladista, quien más tarde se convertiría en su pareja y, según dicen, el impulsor para que Bianchi se lanzara como solista.
A partir de ese entonces, canciones como “Se me ha perdido un corazón”, “Fuiste” y “No me arrepiento de este amor”, se hicieron furor en el ambiente tropical y por eso hoy, a 14 años de su muerte, se la sigue recordando en todo tipo de reuniones, boliches y hasta en los estadios de fútbol.
Su figura delicada, su hermosa sonrisa y su docilidad envidiable generaba gran fervor en sus seguidores, y esas fueron las causas por las que se convirtió en la única e inigualable Gilda.
Miriam Bianchi tenía el sueño de triunfar como cantante y por eso luchó para serlo. Su voz y su carisma hicieron que se ganara un lugar en la movida tropical con un grupo musical, pero luego de semejante éxito grupal, pasó a ser solista y llamarse “Gilda”, en honor a la “femme fatale” que encarnaba Rita Hayworth en la película del mismo nombre.
En los comienzos de su carrera conoció a “Toti” Ramírez, compositor y tecladista, quien más tarde se convertiría en su pareja y, según dicen, el impulsor para que Bianchi se lanzara como solista.
A partir de ese entonces, canciones como “Se me ha perdido un corazón”, “Fuiste” y “No me arrepiento de este amor”, se hicieron furor en el ambiente tropical y por eso hoy, a 14 años de su muerte, se la sigue recordando en todo tipo de reuniones, boliches y hasta en los estadios de fútbol.
Su figura delicada, su hermosa sonrisa y su docilidad envidiable generaba gran fervor en sus seguidores, y esas fueron las causas por las que se convirtió en la única e inigualable Gilda.