Uno de los imputados en la violación grupal de Palermo, Ignacio Retondo, pidió ampliar su declaración y dio una versión pobre y poco creíble. Eso sí, intenta despegarse del hecho.  

El aberrante abuso en manada que ocurrió en Palermo es mucho más que un hecho violento.

Había desaparecido el 7 de febrero y sus pertinencias aparecieron impecables en un terreno del ferrocarril donde se la vio por última vez.

Tal vez, en estos tiempos donde escasea la plata, da la ocasión para que aparezcan los milagreros que prometen multiplicar los pocos o muchos pesos que uno pudo ahorrar. Esta es la historia de Leonardo Cositorto, un hábil y convincente personaje, que invitaba a la gente a obtener siderales ganancias sin trabajar.   

El nuevo fenómeno del momento de apagón cultural es Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante. Archiconocido y tocado por la varita y el ojo de Cristina Fernández, se transformó en un objeto de consumo y como era de esperar, comenzaron sus problemas judiciales.

Hay que decir y alertar que, si se consume droga barata, lo más probable es que la persona se muera. Quien compra sabe de estos peligros y debe asumir los riesgos. Sin embargo, la consume igual.

El hecho tiene el clásico sello de ataque narco, que viene asolando a la provincia y que parece no tener fin.

Finalmente, se fijó para el 2 de enero de 2023 y en 22 audiencias la realización del juicio oral que juzgará a los homicidas de Fernando Báez Sosa. Declararán 130 testigos del hecho. Analizando la decisión del tribunal, resulta razonable y práctica la medida de llevar adelante el juicio oral durante la feria judicial. Eso sí, los abogados deberán vivir un mes en Dolores.

Esta semana fue desmembrado el Clan Zambrano, una banda que se especializaba en robar joyerías en escasos dos minutos y se llevaban relojes de alta gama Rolex y Cartier. Actuaban con profesionalidad y organización y su jefe tenía una particularidad, no se comunicaba por teléfono, pero esta vez se descuidó y marchó preso.

Los años pasan pero las personas no cambian. Nahir Galarza regresa a escena. Fría, calculadora y con una pésima obra que intenta representar. Acusa a su papá de matar a Fernando Pastorizzo, a quien ella le dio muerte por la espalda y huyó del lugar como si nada hubiera pasado.