Por suerte el lluvión vino a refrescar el ambiente porque muchos tenían bestial calentura tras el acto de ayer que fue anunciado como para romper los esquemas mundiales y lo dicho ya había sido dicho.

La tuitería empezó temprano con sus #FF de los viernes. Se habían quedado atrás en enero, algo así como cerrado por vacaciones. Muy celebrado el viernes. Los que volvieron también los festejan necesitan más.

El día post tempestad deja sus huellas en el TL. Quejas por los lugares que se siguen inundando desde antes que llegue Colón a las costas. Los de San Lorenzo quieren seguir en primera. Es lógico. Felipe Pigna hizo una película sobre el Chaco. Claro, bancada por el Chaco.

De todo en el TL. Desde ayer viene fuerte un hash que es #pasadovergonzante en el que nadie pasa de usar ojotas con medias de toalla. También se recuerda en has #anuevemesesdeltriunfodechristinU es evidente que los chicos se divierte.

Ventarrón y nubladísimo en Buenos Aires. Lo bueno de la meteorología es que si alguien sabe el pronóstico puede descubrir de donde sale cada tuit.

Una fiaca en el TL que nunca se ha visto. Acompañan la humedad superlativa y el tormentón que amenaza a diestra y siniestra. Como otros lunes los tuiteros aprovechan para complicarse por problemas que no tienen solución como los aumentos que se vienen.

La pachorra define esta tarde en tuiter. Es ESA tarde en la que casi todos escriben porque lo tienen a mano. Con melancolía algunos, con críticas otros, con valoraciones estéticas como que les molesta la correíta de goma para sostener los anteojos de sol o los que se visten raro.

Viernes maravilloso en cuanto a meteorología. Algunos piden que los que se quejan del lunes hagan una fiesta el viernes. Apoyo la moción. Hoy ya casi es una realidad que habrá censura en tuiter.

Una linda mañanita en la CABA. Muy pocos tuiteros disponibles. Muchos dándole y dándole a las conversas privadas (que no sirven para esta columneta). El partido de Roger y Nadal en el open de Australia los tenía enloquecidos.

Una mañana confundidora para los habitantes de casi toda la Argentina. Amaneció con un frio más bien de otoño. Algunos lo disfrutan y otros andan a los gritos pidiendo calor de enero.