Mirando estas esculturas, apostarías mil a uno que son de cualquier cosa menos del material con que están fabricadas.

¿Qué harías si vas por la calle y te encontrás con un viejito adorable vestido de colegiala?

Ya había construido un submarino con chatarra, y luego salió con algo más sorprendente todavía.

Para algunos está bien, otros se quejan por posible discriminación, pero el sitio cada vez tiene más miembros.

Parece sacada de una película cómica, pero esta historia sucedió.

No mata animales para fabricar ropa, pero usa sus restos para hacerla.

Seguramente tendrían que pagarte bastante guita para probar estos platos. Pero a lo mejor te animás.

El animal había sido abandonado por su madre horas después de nacer y encontró consuelo en un muñeco de felpa.

Se armó de paciencia y en dos años fabricó lo que había soñado desde los 16 años.

Este juego está realmente hecho para las futuras generaciones. Nadie que hoy esté vivo podrá jugarlo.