Lula, el favorito para ganar las elecciones de octubre y una figura que divide profundamente a Brasil, empezó a cumplir su condena.

Sus simpatizantes trataron de impedir la detención en la sede de un sindicato de trabajadores metalúrgicos.

Lo organizó en San Pablo el empresario Oscar Maroni, dueño del Night Club Bahamas y enemigo jurado de Lula. Quiere ser candidato a presidente.

En una celda provisoria de 15 metros cuadrados comenzará a cumplir la condena de 12 años y un mes por corrupción.

El ex presidente había adelantado que iba a acatar la orden de prisión dictada por el juez Sergio Moro.

Durante la ceremonia, el ex Presidente tomó la palabra y habló de su condena en un enégico discurso.

Se espera que luego de la ceremonia, el ex Presidente de Brasil se entregue a la policía.

Permanece en un histórico lugar que marcó su vida política como ningún otro, protegido por un cordón de simpatizantes.

El ex presidente no cumplió con la orden dispuesta por el juez Moro, que pretendía que quedara detenido el viernes por la tarde.

El ex presidentede Brasil se expresó a través de las redes instantes antes del final del plazo que le dieron para entregarse.