* Por Carlos Cervetto.Juliana Awada, mamá en octubre. Se la veía venir, pero la confirmación siempre se hacía negar. Era una noticia que venía madurando y que, inevitablemente, conducía a un único desenlace.

El director técnico de Boca, Julio César Falcioni, plantó al posible equipo que recibirá el domingo a Olimpo y entre ellos se encuentra Román, a quien había relegado.

La AFA fue vista por poco más de un cuarto de los 40 mil hinchas encuestados como el generador de los problemas del fútbol local, seguido de cerca por los dirigentes (24,5%) y las barras bravas (20,4%).

El presidente boliviano Evo Morales recibió en el Palacio de Gobierno la camiseta de Lionel Messi, para que sea subastada en beneficio de los damnificados por las lluvias e inundaciones en Bolivia y aseguró que el volante argentino es en este momento el mejor jugador del mundo.

* Por Claudio Gómez. El final del periodismo debería ser la Filosofía. Un periodista para concebir que finalmente consagró su trabajo, debe llegar a la última de las preguntas: ¿Qué somos?

Resulta especialmente valioso y alentador el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación estableciendo que el dinero que decide gastar el Gobierno para publicitar sus actos, debe distribuirse en función de criterios objetivos y no favorecer sólo aquellos diarios, canales de televisión o radios cuyas líneas editoriales son afines o funcionales a los intereses políticos del poder.

* Por Alejandro Carrió. Antes de acceder a la Corte Suprema, Brandeis era un conocido activista y litigante de causas en las que enfrentó a poderosas corporaciones en busca de cambios en favor de los más necesitados.

* Por Mariano Blejman. La guerra de los browsers no da tregua. Google y Microsoft acaban de lanzar nuevas versiones poderosas y se espera el Firefox 4. Sin embargo, cada software tiene detrás una idea diferente de Internet.

Las fotos más buscadas se publicaron el domingo, en Colombia, y aparentemente se tomaron hace poco más de un mes, en una fiesta a la que también fue Lionel Messi.

La limpieza del Riachuelo es una de las mayores promesas incumplidas a lo largo de sucesivos gobiernos, con responsabilidades compartidas de la Nación, la provincia y la Ciudad de Buenos Aires.