*Por Joaquín Morales Solá. La política sería frívola si tratara sólo en clave electoral el escándalo que vincula a Sergio Schoklender con Hebe de Bonafini y con funcionarios nacionales. Schoklender lo está haciendo, porque la extorsión es su estrategia.
DOLAR
COMPRA $875.65
VENTA
COMPRA $1.20
VENTA
- Cristina Kirchner habló de su condena en la causa Vialidad: “No me van a hacer arrepentir”
- Nueva pista por el crimen de Sofía Delgado: encontraron rastros de sangre en un galpón
- Metrodelegados anunciaron un paro de subtes para el miércoles
- Las últimas palabras de la nena abusada y asesinada a puñaladas en Misiones: “Me voy a morir, me duele el corazón”
la
A una década del ataque a Nueva York, el terrorismo fundamentalista aún es una amenaza de la que ningún país está exento.
La capocómica se cansó de las críticas sobre su maternidad y respondió sin pelos en la lengua. Enterate qué dijo en DiarioVeloz.com.
Por Marcelo Cantelmi* El del 11-S de 2001 fue un enorme ataque terrorista, pero no modificó la historia tanto como la crisis económica y financiera que se expandió a nivel global el 15-S de 2008.
Nuestros mayores suelen aludir con frecuencia a "las historias de nunca acabar", refiriéndose no precisamente al arte de contar cuentos o a la elevada literatura, sino a aquellos episodios problemáticos que deambulan por nuestra historia sin encontrar solución alguna.
*Por Roberto Delgado. El mismo encargado del operativo municipal que el jueves dijo que ayer volverían a la acción salió a desistir diciendo que no tenían garantía de apoyo policial.
La semana pasada, tanto en Cuba como en Nicaragua se produjeron sendos hechos contra la libertad de expresión.
*Por Mariano Turzi. a vanguardia norteamericana en el sistema internacional se desprendió históricamente de tres elementos: ideas, geopolítica y liderazgo.
Ocurrió en Santiago del Estero, donde un hombre murió luego de recibir un tiro por parte de su exesposa, a quien regularmente habría sometido a malos tratos, de acuerdo a las múltiples denuncias que se radicaron en la sede policial.
*Por Gustavo Sierra. Mucho antes de que el mundo supiera quién era Bin Laden, el agente del FBI John O’Neill ya estaba obsesionado con atraparlo.