A estas alturas es obvio que detrás del caso Hotesur hay una mano negra. Una conjura: acciones deliberadas para perjudicar a Cristina.

Me parece estar viéndolo ahí paradito, con apariencia de bicho raro. Los que están con él en la foto acaso se pregunten: Por Dios, quién es este pibe.

Si Cristina mejora día tras día de la sigmoiditis se debe, en primer lugar, a que sus colaboradores más cercanos nos hemos organizado muy bien.

Me imagino que sabrán de la célebre entrevista de la TV Pública con el chico de 11 años que se declara ultrakirchnerista. Si no la vieron, se las recomiendo.

Me invitaron a dar una conferencia a la comunidad latina sobre cómo hicieron Néstor y Cristina para transformar el país en sólo una década.

Enrique, 50 y pico de años, laburador, honesto, cero politizado, me contó que, como no le pasaba desde hacía tiempo, estaba con mucho menos trabajo.

Con cada denuncia de la señora me hervía la sangre. Quería salir a las calles a enfrentar a los enemigos de la Patria, con fierros que me iba a prestar D'Elia.

Si algo le molesta a Cristina es que se filtren a los diarios cosas que pertenecen a la órbita reservada de ella y sus más cercanos colaboradores.

Siempre pasa lo mismo: cuando todo parece tambalearse, irrumpe la señora y pone las cosas en su lugar.

Si le damos tiempo va a conseguir encaminar la economía, para la Presidenta es intocable y es un tipo que me cae bien.