Si a Malthus, el peligrosamente expeditivo economista inglés que vivió durante la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del XIX, se le llevase -supuesto que se pudiese- el problema que constituye para Catamarca la insuficiente disponibilidad de combustible para su parque automotor, de crecimiento constante, aquel propiciador prócer de la limitación de los matrimonios y de los nacimientos como salida para el agravamiento de la pobreza causada por el agotamiento de los medios de subsistencia.
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ancasti
Si algo faltaba en la polémica de la UNCA por el anacrónico sistema de elección de autoridades vigentes era la tergiversación de la historia en beneficio de la camarilla privilegiada.
Sería totalmente irresponsable, porque no hay aquí una tradición en esa materia, imaginar a la gobernadora electa haciendo un prolijo estudio de las desventuras que debió sortear su antecesor en los largos días de la gestión brizuelista, con la hipotética intención de tomar nota de las piedras contra las que no deberá tropezar mientras dure el poder cuya llegada está prevista para el 10 de diciembre.
Cuando hace medio siglo, en 1950, se inauguró el Hogar Escuela de esta Capital, los catamarqueños se encontraron ante un milagro, uno más de la "mazorca" de maravillas que la primera gestión peronista "desgranó" por todo el país.
Aunque aún falte la segunda vuelta, el rotundo triunfo obtenido por el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri sobre el candidato kirchnerista Daniel Filmus en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires controvierte algunos asertos políticos que venían circulando prácticamente sin objeciones.
Anacrónica. La universidad de Catamarca, con su sistema de reelección indefinida de los decanos, no da lugar a la renovación de ideas y prácticas.
Aquello de "ponerle el cascabel al gato", usado desde antiguo para aludir al riesgo personal que entraña hacer lo que se sabe que hay que hacer para librarse de un enemigo común que aterroriza a todos parece que en esta ciudad perderá mucho de su tradicional energía como señaladora de la cobardía social, al menos en lo que toca a la lucha contra el narcotráfico.
Los catamarqueños que no son habituales seguidores del deporte local y, por tanto, tampoco sospechosos de opinión interesada, han de haber interpretado que el comportamiento de los fanáticos del Club Defensores de Esquiú y del Club Sportivo Villa Cubas, en la tarde del jueves, es una mala señal que no debiera dejarse pasar sin atención y sin el propósito de reclamar que se adopten las prevenciones para que en Catamarca no se reproduzcan, salvando las proporciones, los escandalosos excesos de los exaltados que, por lo visto, no difieren sustancialmente de las atemorizadoras barras bravas del fútbol nacional.
Profesiones como la de educador de enseñanza secundaria suelen generar en quienes las profesan la ilusión de una edad que no crece, sino que por el contrario, se aproxima a la de los adolescentes y se mantiene a esa altura todo el tiempo, hasta el último día del ejercicio docente.
A casi dos semanas de que empezara a manifestarse el problema, los representantes políticos catamarqueños decidieron hacer algo sobre la escasez de combustible.